Valery Gergiev, el guardián de un tesoro musical ruso

El célebre director será la batuta de la Orquesta Mariinsky de San Petersburgo en su concierto del 9 de marzo en el Teatro Mayor. Entre sus músicos está la colombiana Ángela Contreras Reyes, la primera latinoamericana en ingresar a la orquesta.

Redacción música
08 de marzo de 2020 - 04:20 p. m.
Orquesta Mariinsky de San Petersburgo.  / Valentin Baranovsky
Orquesta Mariinsky de San Petersburgo. / Valentin Baranovsky

Valery Gergiev quería presenciar en primera persona los estragos que la guerra había causado en la ciudad de Tsjinvali en el 2008. La capital de Osetia del Sur fue el epicentro de los enfrentamientos bélicos entre esa república y Georgia, que dejaron cerca de 2.000 muertos en esa ciudad, además de los estragos materiales en sus edificaciones.

“Vengo hoy con la famosa Orquesta Mariinsky para ver con mis propios ojos la terrible destrucción de esta ciudad. También vinimos aquí para presentarnos y honrar a los muertos”, dijo con micrófono en mano Gergiev, mientras abrazaba a uno de los niños que sobrevivió a los ataques del ejército georgiano.

Cientos de personas se agruparon en las afueras del edificio del parlamento, que aún exhibía las cicatrices negras que produjeron las llamas de los ataques. Fue un momento solemne, embellecido por la Sinfonía n.° 5 de Tchaikosvky y la Sinfonía n.° 7 de Shostakovich, conocida como Leningrado -el compositor ruso la creó cuando aquella ciudad resistía los ataques de los ejércitos nazis en 1941-. 

Aquella presentación, que quedó marcada a fuego en la historia de Osetia del Sur, también transmitió un poderoso mensaje político, pues el ejército ruso fue clave para repeler a las fuerzas georgianas. El mensaje además fue transmitido por Gergiev, que en aquel momento se declaró un oseta –él es moscovita pero sus padres nacieron en Osetia del Sur–, y la Orquesta Mariinsky, dos de los símbolos culturales más importantes de Rusia. Ahora, el público de Bogotá podrá ver a Gergiev y a la Mariinsky en su concierto de este lunes 9 de marzo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. (Lea: Alexander Peskanov: “El talento musical de Colombia es reflejo de su rica cultura”)

El maestro ruso debutó en la Mariinsky hace más de 40 años, en 1978, dirigiendo otra de esas creaciones artísticas rusas que parecen ser más grandes que la vida misma: la ópera Guerra y paz de Prokófiev, inspirada en la célebre novela de León Tolstói.  

A partir de ese momento, la batuta de Gergiev fue marcando un nuevo camino para la orquesta, que no solo honraba su centenaria tradición –la agrupación nació en 1783 en el reinado de Pedro el Grande-, sino que se abrió gracias a colaboraciones con los principales escenarios artísticos de occidente.

Así como el crescendo de una sinfonía, Gergiev fue escalando en el Teatro Mariinsky, convirtiéndose en director artístico de su compañía de ópera en 1988 y director artístico y general de todo el complejo artístico en 1996, incluyendo la orquesta, la ópera y su legendario ballet, por designación del Gobierno ruso.

Gracias a la labor del director, el Teatro Mariinsky ha ampliado su impacto internacional, pues sus ensambles han llegado a 45 países, presentándose en escenarios tan importantes como la Metropolitan Opera House, la London Royal Opera House, la Ópera de San Francisco, el Teatro Chatelet en París y La Scala de Milán. Gergiev además es un invitado recurrente a la Metropolitan Opera House de Nueva York. 

De esta manera, la Orquesta Mariinsky continúa brillando la placa de su leyenda. En sus 237 temporadas, la agrupación ha tenido como directores a músicos sin los que hoy no se podría entender la música clásica, como Berlioz, Wagner, Tchaikovsky, Mahler, Nikisch y Rachmaninoff.

La agrupación nació con el nombre de Orquesta de Ópera de la Rusia Imperial y en 1860 tomó como sede el Teatro Mariinsky, una joya cultural y arquitectónica de San Petersburgo, cuyos imponentes decorados de verde esmeralda son una parada infaltable para los turistas y amantes del arte. La orquesta también se ha ido adaptando a los cambios políticos que han agitado a Rusia: en 1917 cambió su nombre a la Royal Imperial Theatre Orchestra; en la era Soviética el Teatro fue renombrado como Kirov y poco después de que la ciudad de Leningrado fuera renombrada como San Petersburgo, recuperó su nombre original de Mariinsky. (Además: Lo Bello y lo Sublime, la transformación del arte sonoro)

A los 39 músicos que se presentarán bajo la batuta de Gergiev en Bogotá, se unirán el violinista húngaro Kristóf Baráti, que pasó la gran mayoría de su infancia en Venezuela y se ha presentado junto a agrupaciones como Los Angeles Philharmonic, la London Philharmonic Orchestra y la Oslo Philharmonic; y el tenor ruso Sergey Skorokhodov, que comenzó su carrera en la ópera en el 2007, cuando ingresó al Teatro Mariinsky, y se ha presentado junto a estrellas como Anna Netrebko y Olga Borodina.

Gergiev, que estuvo en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo en el 2016 dirigiendo a la Wiener Philharmoniker de Austria, escogió para el repertorio de su concierto en Bogotá obras de compositores rusos como Prokofiev, Rachmaninov, Tchaikovsky, Shostakovich y Stravinsky, además de piezas de Mendelssohn y Debussy. Será entonces un viaje a la rica tradición artística rusa, que tendrá como protagonista a una colombiana, pues la contrabajista bogotana Ángela Contreras Reyes es una de las integrantes de la orquesta.

Ángela Contreras Reyes, la primera latinoamericana en ingresar a la Mariinsky Orchestra

La música bogotana es subdirectora del grupo de contrabajos de la orquesta que dirige el maestro ruso Valery Gergiev. Estudió en la prestigiosa Escuela Juilliard en Nueva York y también hizo parte de la Orquesta de las Américas.

En el 2015, la contrabajista Contreras se convirtió en la primera música latinoamericana en ingresar a la Mariinsky Orchestra de San Petersburgo. También fue la primera extranjera, aparte de algunos músicos que nacieron en países que hicieron parte de la antigua Unión Soviética, en entrar a la agrupación que dirige el maestro Valery Gergiev.

Contreras comenzó su formación musical en la Fundación Nacional Batuta, a la que ingresó a sus 10 años, y luego estudió en el Conservatorio de Música de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional, donde tomó clases con el contrabajista ruso Aleksander Sanko. En Colombia, también fue supernumeraria en la Orquesta Filarmónica de Bogotá, participó en la serie Jóvenes Intérpretes de la Biblioteca Luis Ángel Arango y trabajó con Misi Producciones y con la Ópera de Colombia.

Tras su experiencia musical en Colombia, la bogotana llegó becada a Nueva York para hacer su maestría en la Escuela Juilliard de Nueva York, una de las academias de formación artística más prestigiosas del mundo, bajo la tutela del maestro ucraniano Eugene Levinson, quien fue el principal contrabajista de la New York Philharmonic.

Asimismo, se presentó en varias ocasiones en la Orquesta de las Américas, que reúne a las promesas musicales del continente y en la que tuvo como directores al propio Gergiev, además del mexicano Carlos Miguel Prieto y el británico Benjamin Zander, entre otros.

La música, que además hizo un internado con Harold Robinson, líder del grupo de contrabajos de la Philadelphia Orchestra; ingresó a la Mariinsky Orchestra después de realizar una audición para Gergiev en Nueva York.

“A veces cuando toco en el foso del Teatro Mariinsky y miro los techos pienso en la historia que tiene este sitio por dentro, las paredes que fueron bombardeadas en la época de la guerra. Este teatro ha sobrevivido a todo y bueno, es increíble poder trabajar en un sitio así”, asegura la música bogotana.

Único concierto: lunes 9 de marzo, 8 p. m., en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo. Mayor información: www.teatromayor.org

 

Por Redacción música

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