- Su idea de la felicidad.
La felicidad no es un estado químico del cerebro estimulado por secreciones; la felicidad es el camino que uno decide seguir.
- ¿Cómo llegar a Marte?
Con muchísima atención a los pequeños detalles.
- El stand-up comedy, ¿para qué?
Para recordar que estamos vivos.
- Algo inútil en la vida.
Las drogas.
- Su héroe de la ficción.
Centella.
- ¿Qué hacer con el pánico escénico?
No existe, a estas alturas del paseo solo se llama «escénico».
- El actor de su niñez.
Lee Majors.
- Su mejor idea.
Comparar el amor con una misión espacial real.
- ¿Dónde sueña presentarse?
En el Madison «Escuar» Garden.
- ¿Teatro o televisión?
Teatro.
- ¿Cuál es la frase que de las mujeres que más lo divierte?
Omaigá
- ¿Cuál es la magia del teatro?
Los sonidos de las emociones del público, desde el aplauso hasta el silencio, pasando por toda la escala.
- Una frase muy colombiana.
«Salude a sus primas.»
- ¿Qué espectáculo lo ha dejado sin aliento?
El hilo de Ariadna, de Enrique Vargas.
- ¿Cuál es la expresión que más usa?
«Eso.»
- ¿Y la que nunca usa?
Sabes que no lo «distingo».
- ¿Cómo es ir de rolling por Colombia?
Reconociendo la existencia de los otros en vez de encerrarse en la auto-contemplación de unos pocos.
- Su escritor favorito.
Jorge Luis Borges.
- El buen humor… ¿se tiene o se desarrolla?
Se observa para no repetirlo y comenzar a crearlo.
- Su músico preferido.
Homero.
- ¿Cuál es el placer de un humorista?
Saber que jugó limpio.
- Su eslogan de vida.
La muerte no existe, el cuerpo solo es un traje espacial para explorar planetas.
- ¿Qué intentó aprender y no pudo?
Todo se puede aprender. Estoy en ese proceso, soy un estudiante perpetuo.
- ¿Qué recuerda de Los Andes?
Los amigos y amigas en la cafetería haciendo universidad.
- Una adicción.
Mirar.
- Su comida favorita.
La carne.
- ¿Cómo memoriza los guiones?
Olvidándolos.
- ¿Qué recuerda de El mañanero?
Madrugar, estar mirando al infinito tratando de saber con qué salir apenas me dieran paso al micrófono.
- El error más grande que ha cometido en el escenario.
Aprenderme la letra y seguirla de memoria.