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Gusi, la fusión del legado vallenato

De los juglares de la música del Caribe se desprende la herencia de este compositor venezolano, que logró el reconocimiento con el dúo Gusi y Beto en 2007. Hoy, como solista, recorre un nuevo camino con su disco “Al son de mi corazón”.

Un chat con...
14 de noviembre de 2015 - 03:25 a. m.

¿Cómo ha sido la experiencia de “La Voz Kids”?

La Voz Kids ha sido maravillosa, compartiendo con todos los niños, con un gran equipo de trabajo. Es una experiencia nueva para mí, enriquecedora en todos los sentidos, musical y personalmente. Es genial ver a través de los niños el sueño que compartimos, que es la música, y sentirla como una pasión, antes que nada, y después sí como un estilo de vida.

Durante dos años consecutivos ha acompañado a Fanny Lu. ¿Cómo ha sido trabajar con ella?

Primero fui corista de ella, hace como 10 años, y ahora en “La Voz Kids” nos juntamos, esta vez asesorando a los niños, que tienen un trabajo enorme. Trabajar con Fanny Lu siempre es un paraíso.

¿Qué ha aprendido de los niños que llegan con tantos sueños al concurso?

Me he encontrado con la inocencia. Ellos no están contaminados de nada, viven y sienten la música con una emoción gigante, porque uno ya viene de trabajar en muchos lugares, de tener experiencias buenas y malas. A veces hay situaciones que te obligan a salirte de esta profesión que es tan compleja.

¿Se siente reflejado en ellos?

Claro, cuando salen nerviosos a cantar, cuando se les olvida la canción. En mi época no había “realities”, pero estaba el colegio, donde me presenté. No sé si hubiese sido capaz de participar.

¿Cómo es su trabajo con ellos?

Trato de darles mi mejor aporte, trato de que se lleven un buen recuerdo de esta etapa y que aprendan bastante las técnicas para calmar la ansiedad, de acuerdo a nuestras experiencias.

Hablando de su trayectoria, ¿cómo fue el primer encuentro que tuvo con el vallenato?

El vallenato llegó a mi vida por la familia de mi papá, que es del Caribe, de El Plato (Magdalena), y llevaba la música en las venas. Nací en Venezuela, pero mi papá tenía todos los discos de los juglares del vallenato: Jorge Oñate, los hermanos Zuleta, Diomedes Díaz, que escuchábamos en las fiestas de los fines de semana.

¿Cuál es la importancia de su abuelo en su trayectoria musical?

A pesar de que nunca fui con él a Villanueva (La Guajira), sentía a mi abuelo en todas partes. Gracias a él y a mi abuela estoy cantando de la manera en que lo hago. En la casa siempre estuvo una guitarra, que fue con la que aprendí, y con la que mi mamá escribía canciones y poemas.

¿Cuál es su juglar favorito?

Alejo Durán. Creo que es uno de los más importantes. Después está Luis Enrique Martínez, hasta el mismo Alfredo Gutiérrez con Los Corraleros de Majagual. Ellos son la mejor herencia.

¿Podríamos decir que el vallenato que usted y otros artistas hacen es urbano?

No me considero 100% vallenato; simplemente tomo de este género su poesía, sus ritmos. Soy amante fiel de esta música, pero mi estilo va enfocado hacia algo latino, a fusionar otros ritmos de Latinoamérica.

¿Alguna vez pensó en hacer algo distinto a lo que hoy hace? ¿Ser una “rock star”?

Aparte de las fusiones que menciono, hay rock y pop. He incursionado en otros géneros a raíz de los versiones que he hecho de algunas canciones. La música se presta para eso, es un lenguaje que aprendí hace muchos años. Pero siempre estoy descubriendo otros sonidos para que haya una evolución.

¿Cómo surgió el dúo Gusi y Beto?

Fue un proyecto que arrancó en 2006 con la canción La mandarina. Esos siete años en que trabajamos juntos fueron una etapa de mucho aprendizaje. Logramos grabar tres álbumes, más de 10 canciones en la radio y muchas giras por Colombia, pero, como todo proceso, debió llegar a su final. Tomé la decisión por motivos personales.

¿Qué recuerda de la época en que lanzó “La mandarina”?

Fue un álbum que lanzamos de manera independiente. No teníamos mucho presupuesto, así que grabamos tres canciones. Empezamos a movernos con esa canción durante siete meses y de ahí salió la plata para grabar el disco completo, que lanzamos al año siguiente, en 2007.

¿Fue distinto empezar a grabar un disco de manera independiente, con una nueva disquera?

Sí, fue como empezar de nuevo. Pero tener el respaldo de una disquera hace que las puertas se abran en todo el mundo, como ha sido mi experiencia con Sony Music.

De las canciones que interpreta, ¿cuál es la que más le gusta?

Todas las escribo con la misma motivación e inspiración. No todas terminan siendo escuchadas o no todas tienen la misma relevancia que otras. Es complejo escoger alguna por las letras.

Hubo un tercer álbum de Gusi y Beto, “Más allá”.

Sí, es un disco que logramos producir con Yasmil Marrufo. Realizamos un dueto con Luis Enrique, que se llama “Cómo me duele”, una de las canciones relevantes del disco.

Catorce canciones componen su nuevo disco, “Al son de mi corazón”. ¿Cómo fue la selección de estos temas?

Escribí muchas canciones que quedaron por fuera, pero se mantienen en el cajón. Fue un proceso arduo que realizamos con la disquera. Cuando fui a grabar llevé los 20 temas que había escrito y el producto me dijo que sólo servían dos, así que me tomó tres o cuatro meses escribir las otras canciones. Realmente fue una bofetada al ego de músico y compositor, pero también fue un acto de responsabilidad.

¿Cuáles son los próximos proyectos?

Seguir con La Voz Kids. La próxima semana estaremos en los Latin Grammy, donde estoy nominado en las categorías de Mejor Canción Tropical y Mejor Álbum de Cumbia - Vallenato.

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