La Universidad del Rosario y el Consejo Privado de Competitividad (CPC), con el apoyo de Davivienda, presentaron esta semana en Bogotá el primer índice de equidad de género (IEG) subregional. Este estudio innovador mide las brechas de género a escala departamental en Colombia, proporcionando una radiografía detallada sobre las desigualdades estructurales entre mujeres y hombres en el país.
El IEG analiza seis pilares fundamentales para la equidad de género: infraestructura del bienestar, infraestructura del cuidado, acceso a cargos de representación, acceso a mercados, educación y salud. La comparación entre los períodos 2023 y 2024 permite visibilizar avances y rezagos en cada departamento, con el objetivo de promover el debate y aportar insumos para el diseño de políticas públicas basadas en evidencia y fortalecer la capacidad institucional y territorial para promover la equidad de género en el país.
Bogotá, Atlántico, Cundinamarca, Antioquia y Valle del Cauca lideran la medición, mostrando avances en infraestructura, empleo y acceso a servicios. Cauca, Córdoba y Sucre han reducido sus brechas de género en varios pilares entre 2023 y 2024. Sin embargo, persisten desigualdades en departamentos con alta ruralidad, como Guaviare, Vaupés y Guainía, donde la falta de acceso a servicios básicos afecta especialmente a las mujeres, quienes asumen mayor carga en tareas de cuidado. La ausencia de acueducto, energía eléctrica y gas incrementa el trabajo no remunerado de las mujeres en estas regiones, ya que deben recorrer largas distancias para acceder al agua. El acceso a infraestructura del bienestar y del cuidado se destaca como un factor clave para la reducción de desigualdades, y la inversión en servicios de cuidado y en tecnologías digitales es habilitadora de una mayor equidad.
En términos de representación política, la participación de las mujeres en cargos de poder sigue siendo limitada, aunque se han registrado avances en algunos departamentos.
En educación, las mujeres alcanzan mayores niveles de formación y son mayoría entre las personas graduadas de educación superior, pero sus ventajas educativas no se traducen directamente en mejores oportunidades en el mercado laboral. En contraste, los hombres enfrentan mayores tasas de deserción escolar, lo que podría estar relacionado con la necesidad de buscar fuentes de ingreso. En el ámbito de la salud, el índice evidencia que los hombres presentan mayores tasas de suicidio consumado en todo el territorio nacional, aunque las mujeres registran más intentos. Además, se observó un cambio en la brecha de género en el indicador de prevalencia de la depresión, que pasó a centrarse más en los hombres en 2024. En materia de seguridad laboral y prevención de accidentes, los hombres tienen una mayor tasa de mortalidad en incidentes de tránsito y laborales. En 32 departamentos, las muertes masculinas por estas causas superan a las femeninas.
Para la Universidad del Rosario y el CPC, el IEG es una herramienta esencial para orientar esfuerzos hacia una Colombia más equitativa. La doctora Ana Isabel Gómez, rectora de la Universidad del Rosario, afirmó que la equidad de género es un compromiso colectivo y un pilar del desarrollo social y económico. La falta de políticas públicas efectivas y la ausencia de medidas concretas impiden cerrar las brechas existentes. El IEG debe ser una herramienta de referencia para la toma de decisiones, orientando estrategias que permitan garantizar oportunidades equitativas y construir una sociedad más justa, competitiva e inclusiva.
Ana Fernanda Maiguashca, presidenta del CPC, destacó que esta medición “es clave para la formulación de políticas públicas y acciones privadas en el ámbito regional”. También permitió poner una lupa en las áreas en que como sociedad requerimos tener más y mejor información, generando un gran valor en diferentes frentes. Finalmente, expresó que ojalá “se vea como una fuente interesante de datos que haga reflexionar sobre los sesgos inconscientes y su impacto en el bienestar y la competitividad”. Maritza Pérez, vicepresidenta ejecutiva de Banca Personal y Mercadeo de Davivienda, resaltó que en la entidad se promueve la inclusión de todas las personas.
“Por eso, además de motivar el acceso a servicios financieros para hombres y mujeres, apoyan iniciativas como el IEG, un insumo para identificar retos y orientar acciones públicas y privadas que potencien el crecimiento de todos los colombianos, en línea con su compromiso de hacer del mundo una casa más próspera e incluyente”.
El liderazgo femenino impulsa la innovación al aportar nuevas perspectivas, fomentar la creatividad y enriquecer la toma de decisiones con enfoques diversos. Las empresas con mayor diversidad en sus equipos no solo son más inclusivas, sino también más competitivas y exitosas en un mundo en constante cambio.
Según un informe de McKinsey & Company, las empresas con mayor diversidad de género tienen un 21 % más de probabilidades de ser más rentables. “En el ámbito tecnológico, esta diversidad es aún más crucial, ya que el sector necesita más mujeres en posiciones de liderazgo, más voces que aporten nuevas ideas y soluciones innovadoras. El talento femenino no es solo necesario, es imprescindible para el futuro del sector”, afirmó Natalia Iregui, directora del área de políticas públicas de AWS para el norte y sur de América Latina, incluyendo América Central y el Caribe.
En cuanto a los esfuerzos de AWS en la capacitación tecnológica, Iregui explicó que en Amazon se comprometieron en 2020 a invertir cientos de millones para formar a 29 millones de personas en habilidades de computación en la nube para 2025. A mediados del año pasado anunciaron que ya se había superado este objetivo, formando a más de 31 millones de personas, un año antes de lo previsto. “Desde 2017, AWS ha capacitado a más de 2 millones de personas en habilidades de computación en la nube en LATAM, de las cuales más de 200.000 han sido en Colombia”, señaló Iregui.
Además, la funcionaria de AWS destacó que están constantemente invirtiendo en la formación de desarrolladores locales, estudiantes y la próxima generación de líderes de TI. Desde cursos universitarios hasta programas de formación a tiempo completo y contenido de aprendizaje personalizado, los programas educativos de AWS proporcionan acceso a las habilidades necesarias para comenzar una carrera en la nube. Esto se traduce en más talento y mejor capacitado para mejores oportunidades profesionales.
El IEG se perfila como una herramienta fundamental para la toma de decisiones y la formulación de estrategias que permitan avanzar hacia una Colombia más equitativa e inclusiva, proporcionando información clave para que actores públicos y privados puedan reducir las desigualdades estructurales de género y generar un impacto positivo en la sociedad.