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Las series Cien años de soledad y Pedro Páramo, basadas en las icónicas novelas de Gabriel García Márquez y Juan Rulfo, respectivamente, ya están disponibles en Netflix. El proceso de llevar estos mundos literarios a la pantalla fue un reto fascinante, marcado por la utilización de efectos visuales como herramienta clave para dar vida a Macondo y Comala.
Los directores Álex García, de Cien años de soledad, y Rodrigo Prieto, de Pedro Páramo, confiaron en la empresa canadiense Folks, con equipo en Colombia, para crear los efectos visuales que definieron las atmósferas de ambas producciones. Andrea Espinal lideró el equipo encargado de asegurar que la representación visual de los mundos de García Márquez y Rulfo fuera auténtica y fiel a las obras literarias.
El proceso de creación de los efectos visuales fue largo y detallado, enfocado en la autenticidad cultural y geográfica. Los equipos trabajaron para representar de forma precisa los paisajes y elementos digitales de las historias, enriqueciéndolas sin desentonar con la narrativa. En Cien años de soledad, se desarrollaron elementos como el “set extension” de Macondo, la niebla de la ciénaga y el oro líquido, mientras que en Pedro Páramo se crearon montañas y fantasmas para reforzar la atmósfera mística de la obra.
Con más de 50 profesionales trabajando en cada proyecto, el equipo de efectos visuales, conformado por Folks VFX y El Ranchito (marca Pitch Black), supervisado por Jaime Guzmán en Colombia, desarrolló 53 entornos virtuales y 269 planos en Cien años de soledad, y 155 entornos y 411 planos en Pedro Páramo, reflejando la magnitud del esfuerzo técnico.
Según Andrea Espinal, “Macondo es una representación de la identidad folclórica del Caribe colombiano, enmarcada en una epopeya fundacional. El desafío fue lograr un equilibrio entre la autenticidad cultural y la necesidad de ser universales para el público”. Además, enfatizó que los efectos visuales contribuyeron al realismo de la serie y ayudaron a optimizar los presupuestos de producción, evitando la necesidad de construir sets completos.
Jaime Guzmán, por su parte, destacó la calidad del trabajo realizado, comparándolo con los estándares de Hollywood y reconociendo el impacto del proyecto en la industria cinematográfica latinoamericana. “Ver el producto terminado, con la mezcla de sonido y los efectos visuales vinculados a la historia, fue absolutamente emocionante”, expresó.
Con Cien años de soledad cubriendo la mitad de la novela y Pedro Páramo disponible como película, ambos proyectos muestran el poder del realismo mágico en el cine contemporáneo. La productora ejecutiva Camila Samper y la productora Mandy Antritsi lideraron el trabajo en Cien años de soledad, mientras que Lina Gordillo encabezó la producción de Pedro Páramo, contribuyendo a hacer realidad los universos de estas emblemáticas obras literarias.