Con todo respeto:
El reciente fallo de la Corte Constitucional, que declara ilegal la intervención a nuestra EPS Sanitas, marca un hito claro en la defensa de la legalidad, de los principios y de nuestro propósito. Frente a esta verdad jurídica, las reacciones del presidente Gustavo Petro y algunos de sus colaboradores— recrudecidas en intervenciones televisivas como las de ayer y consistentes con una narrativa sostenida durante más de tres años— no solo constituyen un atropello a las instituciones, sino una campaña sistemática de desinformación, plagada de mentiras, calumnias e insultos que buscan socavar, sin fundamento alguno, la legitimidad de nuestro trabajo, el valor de nuestra historia y la reputación de quienes lideramos con responsabilidad y compromiso.
Quiero ser claro: la honestidad, la honradez, la ejemplaridad y la trayectoria de una persona —y de una organización— no las conceden los resentidos, ni pueden ser cuestionadas por quienes habitan en la mentira o se rodean de fi guras con pasados oscuros y conductas que no son modelo para nadie. Como nos enseñaron nuestros padres, la virtud se demuestra en la vida vivida con coherencia, y no puede ser destruida por quienes no la conocen ni la practican.
Platón advertía que el verdadero líder debe buscar el bien común, no su poder personal. Aristóteles afirmaba que el carácter se forja en los actos repetidos. Séneca recordaba que la integridad es un escudo inquebrantable frente al insulto. Y Kant nos legó que la dignidad no se negocia, porque es el valor intrínseco del ser humano que actúa desde la verdad.
Por eso, como Presidente del Grupo Keralty, he dado instrucciones a nuestro equipo legal para actuar con firmeza y claridad: vamos a denunciar, ante los juzgados nacionales e internacionales, no solo al presidente Gustavo Petro, sino también a los miembros de su equipo de gobierno que han colaborado en la difusión de estas mentiras, y a cualquier persona o entidad —pública o privada— que intente dañar,
por acción u omisión, la imagen de este grupo, de sus instituciones o de las personas que lo conformamos. Porque creemos en la justicia, y porque no vamos a permitir que se mancille con impunidad el nombre de quienes han dedicado su vida a servir a los demás con honestidad.
A ustedes, nuestro equipo, les digo con orgullo: sigamos en pie. Nuestra mejor defensa está en los millones de personas que confían en nosotros, en cada comunidad que cuidamos, en cada innovación que nace desde nuestro compromiso con la salud y el bienestar. El ruido de la mentira no debe desviar nuestro rumbo. La historia siempre acaba por separar al justo del oportunista, al ético del manipulador.
Con la fuerza de la verdad y el alma de nuestro propósito,
Joseba Grajales.
*Presidente Grupo Keralty