La anestesia es una parte esencial de cualquier procedimiento quirúrgico, pero para muchas personas sigue siendo una fuente de ansiedad y preocupación. Entender qué implica la anestesia y cómo prepararse adecuadamente puede marcar una gran diferencia en la seguridad y el éxito de una cirugía. Para ofrecer una visión más clara sobre este tema, consultamos a la doctora Paula Murcia Jaramillo, anestesióloga, jefe de Anestesia y Quirófanos de la Clínica del Country y Clínica La Colina, quien compartió varias recomendaciones.
Valoración preanestésica y preparación personalizada
Esta valoración es clave para identificar los riesgos específicos de cada paciente antes de la cirugía y determinar el tipo de anestesia más adecuado, “la valoración para anestesia no es una prueba de alergia a la anestesia, sino una historia clínica completa enfocada en las enfermedades asociadas que aumentan los riesgos del procedimiento”, explica la experta.
El ayuno es clave
No comer previo a la cirugía es especialmente importante para evitar una de las complicaciones más serias llamada broncoaspiración; que ocurre cuando el contenido del estómago ingresa a los pulmones durante la anestesia. Esta situación, aunque poco frecuente, puede tener consecuencias muy graves.
Según explica la doctora Murcia, la duración del ayuno varía según el tipo de cirugía y el estado de salud del paciente, pero en general, se recomienda un ayuno de seis horas para alimentos sólidos ligeros y de ocho horas para comidas más pesadas.
Dejar el cigarrillo y el alcohol
Dejar de fumar es fundamental, ya que el cigarrillo aumenta considerablemente los riesgos anestésicos y quirúrgicos, como complicaciones pulmonares, cardiacas y de la cicatrización de las heridas y consolidación de fracturas, se recomienda dejar de fumar idealmente al menos 4 a 8 semanas antes de la cirugía, pero si su cirugía es prioritaria entre más tiempo de suspensión del cigarrillo mayor beneficio.
Comunicación con el anestesiólogo
Es fundamental que informe cualquier síntoma de enfermedad aguda, como gripa o infecciones, antes de la cirugía, ya que estas condiciones pueden aumentar los riesgos. En estos casos, los especialistas recomiendan posponer el procedimiento en la medida de lo posible, hasta que el paciente se recupere para garantizar su seguridad durante la operación.
Además, mantener una comunicación abierta con el anestesiólogo es esencial para dar tranquilidad y resolver inquietudes. Durante la valoración preanestésica, los pacientes pueden aclarar dudas y recibir las indicaciones necesarias para minimizar riesgos.
Avances en la tecnología anestésica
De acuerdo con la doctora Murcia, el campo de la anestesiología ha avanzado mejorando la seguridad y comodidad durante y después de la cirugía. “Hoy en día, los medicamentos anestésicos se metabolizan mucho más rápido, lo que permite un control más preciso sobre la duración de la anestesia y la rapidez con la que el paciente se despierta. La posibilidad de monitorear de manera continua y precisa las constantes vitales del paciente ha revolucionado la seguridad anestésica, permitiendo intervenciones menos invasivas y con menos efectos secundarios”, detalla.
Finalmente, la Dra. Paula Murcia de la Clínica del Country y Clínica La Colina, recomienda a los pacientes prepararse adecuadamente y seguir las recomendaciones del equipo médico, pues es clave para minimizar riesgos y garantizar una experiencia quirúrgica exitosa. Desde el ayuno hasta dejar de fumar, pasando por una comunicación abierta con el anestesiólogo, los pacientes pueden tomar medidas concretas para asegurar su bienestar antes, durante y después de la cirugía. Gracias a estas prácticas y avances científicos, hoy en día la tasa de complicaciones graves por anestesia es muy reducida, se estima que solo 1 de cada 250.000 pacientes sanos podrían tener una complicación mayor.