Este relato es una historia ficticia basada en situaciones reales, elaborada con fines pedagógicos y sustentada en la experiencia de trabajo territorial del equipo de la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos y el DIH.
Cuando tomé la decisión, no sabía en qué me estaba metiendo. Toda la información llegaba por redes sociales: ofrecían dinero, motos, respeto… y al final acepté. Al principio, todo parecía fácil: llevar mensajes, hacer mandados, cosas pequeñas, nada peligroso. Pero pronto lo que parecía un sueño se convirtió en una pesadilla. Me obligaron a vigilar caminos, a extorsionar, a amenazar, incluso a mis propios amigos. Ya no podía decir que no. Ya no era libre. Mi vida y la de mi familia estaban en riesgo. Me quedé solo, rodeado de desconocidos a los que no les importaba nada. Me di cuenta demasiado tarde de que, como dicen por ahí, “de eso tan bueno no dan tanto”.
Esta es mi historia, y espero que no sea la suya. Porque si hay que correr un riesgo, que sea por perseguir nuestros sueños, no por falsas promesas.
¿Usted sabe qué es la vinculación de Niños, Niñas y Adolescentes a la guerra?
Mire, yo aprendí que la vinculación a los grupos armados ilegales tiene muchos rostros, algunos de ellos ni usted los percibe:
Por ejemplo, el reclutamiento, se da cuando uno se incorpora directamente en el conflicto armado, en actividades militares, tácticas o de apoyo logístico. También ocurre cuando nos ponen a hacer cosas como vigilar, transportar armas o drogas, aunque no estemos portando el uniforme. A esto se le llama utilización.
También está el uso, que se da cuando los niños, niñas y adolescentes somos empleados por la criminalidad organizada, por ejemplo, en actividades extorsivas.
OJO: El reclutamiento de menores de 18 años siempre es forzado, pues está mediado por una relación de poder con un actor armado. Es un delito establecido en el Código Penal, es considerado un crimen de guerra, y cuando se realiza de manera generalizada y sistemática, puede constituir un crimen de lesa humanidad.
¿Sabe por qué esto es tan grave?
Para que usted entienda la gravedad de la vinculación de los niños, niños y adolescentes a los conflictos armados y la criminalidad, debe saber que cuando a uno lo vinculan, eso viene acompañado de muchas otras cosas, mis compañeros han sido asesinados, somos obligados a seguir ordenes bajo amenaza, somos separados de nuestras familias y comunidad, no podemos estudiar o acceder a salud, perdemos la esperanza de una vida con futuro.
Para las niñas y adolescentes, la situación es mucho peor, en el monte vi que eran obligadas a usar anticonceptivos, a abortar o a mantener relaciones forzadas. Las convierten prácticamente en esclavas sexuales.
Por otro lado, están los niños y niñas indígenas y afro, que son los más afectados, pues pierden la relación con su lengua, su cultura y su comunidad, y eso pone en riesgo la pervivencia de los pueblos ancestrales.
Ahora somos carne de cañón en la reconfiguración del conflicto
Que eso de los acuerdos de paz no se haya cumplido como esperábamos nos ha afectado muchísimo, pues los grupos crecen y ahora están más divididos en peleas por los negocios ilegales, los corredores estratégicos y por nuestros territorios.
Es ahí cuando los niños, las niñas y los adolescentes somos usados como carne de cañón, como escudos humanos o como base para incrementar las filas. Es tan difícil la situación en el territorio, que los grupos armados imponen dinámicas violentas y sociales de poder que facilitan y naturalizan nuestra vinculación al conflicto.
¡Ahora también es por redes sociales!
Oiga y sí sabe, ahora las redes sociales se han convertido en una estrategia para la vinculación de los pelaos a los grupos armados ilegales, pues ellos usan lo que nos gusta para atraernos, con contenidos llamativos y ofreciendo muchas de las cosas que no tenemos aquí en el territorio. Pero ojo, todo eso es una mentira, como les decía, de eso tan bueno no dan tanto.
La Consejería Presidencial de Derechos Humanos y DIH ha realizado el monitoreo de las plataformas digitales, logrando identificar ciertos patrones que favorecen la vinculación como:
Uso de artistas populares que han participado en eventos locales. Inclusión de DJ reconocidos en sitios de entretenimiento juvenil. Incorporación de “remixs” de canciones populares, adaptadas con mensajes de los grupos armados. Esta problemática ha sido reportada a las autoridades competentes.
¡Actuemos YA!
Frente a esta grave situación, la Consejería Presidencial de Derechos Humanos y DIH hace un llamado urgente a unir esfuerzos, Estado, sociedad y cooperación internacional deben trabajar juntos y decididamente para garantizar que la niñez y la juventud crezcan en paz.
Es imperativo arrebátale la niñez y la juventud a la guerra y la criminalidad para que la violencia no se convierta en su proyecto de vida. Cada niño, niña o adolescente que es vinculado representa una vida truncada, una promesa rota, una comunidad herida y un recordatorio de la deuda que tiene el Estado y la sociedad.
Este 12 de febrero, en la conmemoración del Día de las Manos Rojas, les invitamos a alzar la voz, sin detenerse, para que los actores armados dejen en paz a los niños, niñas y adolescentes, frenar el reclutamiento es el primer paso.