Desarrollo y Patrimonio, un ejemplo de valor compartido

El desarrollo de infraestructura en Colombia es una actividad de inmensos retos y de grandes oportunidades. La condición de ser un país tropical, biodiverso y geológicamente inestable implica un desarrollo cuidadoso, mesurado. El problema es que el país acusa rezago y todos esperan que la locomotora de la infraestructura se mueva a todo vapor. Y a esas velocidades, toparse con un hallazgo arqueológico en una exploración, excavación o movimiento de tierra se convierte en todo un desafío. Se puede pasar de agache, como de común ocurre, o se puede capitalizar la situación para acrecentar el patrimonio y la identidad de la Nación. Futuro y pasado no son excluyentes si se toman las decisiones correctas en el presente.

Riqueza arqueológica, riqueza mineral
Desde hace algún tiempo, Pacific Rubiales adelanta trabajos de exploración en el Bloque La Creciente, ubicado en la región de los Montes de María, entre los departamentos de Sucre y Bolívar. Esta zona, bien conocida por episodios de violencia y desplazamiento, hoy en día es un ejemplo de reconstrucción y reconciliación gracias a iniciativas público-privadas que trabajan de la mano con las comunidades de El Salado y San Basilio de Palenque.

Como parte de las tareas de arqueología preventiva realizadas por la petrolera en la vereda San Rafael del municipio de San Pedro, departamento de Sucre, un equipo de arqueólogos de la compañía identificó un importante hallazgo arqueológico. De acuerdo con Javier Gutiérrez, arqueólogo contratista de Pacific, “el hallazgo constituyó un sitio de habitación y cementerio de las parcialidades indígenas Malibú, consignadas en las fuentes y crónicas españolas del siglo XVI, siendo una ocupación contemporánea con otros sitios de habitación de las mismas poblaciones aborígenes en áreas vecinas como en los corregimientos de Canutal, San Rafael, El Salado y La Sierra”.

Entre los vestigios excavados en el sitio se encuentra material cerámico, herramientas en piedra y restos óseos de los antiguos moradores del lugar que atestiguan la existencia, hace más de 700 años, de una numerosa población indígena. Esto coincide con la abundancia y distribución de sus restos materiales en los Montes de María y a lo largo de las riberas del río Magdalena.

Compromiso para preservar y divulgar
Aunque el hallazgo de por sí es interesante, pues representa un valioso aporte a la historia nacional y al devenir de las culturas prehispánicas que habitaron nuestro territorio, lo fundamental es asegurar su preservación y difusión como activo del patrimonio e identidad de la Nación. Para lograrlo, la compañía ha trabajado de la mano con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) en el plan de manejo y rescate de los restos indígenas, y se comprometió a apoyar todos los aspectos relacionados con la preservación del hallazgo y la difusión pedagógica de este patrimonio.

Alejandro Jiménez, Gerente Corporativo de Responsabilidad Social de Pacific, señala que “es un orgullo trabajar con el ICANH en la recuperación de la memoria nacional. Este caso debe servir de ejemplo para motivar a otras compañías a cumplir con los requisitos exigidos por las autoridades en materia arqueológica. Más aún en Colombia, en donde todo el territorio es susceptible de albergar elementos patrimoniales”.

Valor y coexistencia
En este ejemplo, el futuro y el pasado encuentran un final feliz. Las evidencias arqueológicas, debidamente preservadas e incorporadas al patrimonio y riqueza cultural del país, contribuirán al desarrollo de la memoria histórica y de la identidad nacional. Y todo, gracias a una decisión tomada en el presente. “Pacific ha adoptado como política involucrar arqueología preventiva en todas las etapas de su actividad de exploración y producción de hidrocarburos, y hace un llamado a otras empresas para actuar en consecuencia con los protocolos exigidos para cuidar el patrimonio histórico nacional. Esto hace parte de la estrategia de generación de valor compartido con la cual estamos comprometidos”, concluye Jimenez.
 

El desarrollo de infraestructura en Colombia es una actividad de inmensos retos y de grandes oportunidades. La condición de ser un país tropical, biodiverso y geológicamente inestable implica un desarrollo cuidadoso, mesurado. El problema es que el país acusa rezago y todos esperan que la locomotora de la infraestructura se mueva a todo vapor. Y a esas velocidades, toparse con un hallazgo arqueológico en una exploración, excavación o movimiento de tierra se convierte en todo un desafío. Se puede pasar de agache, como de común ocurre, o se puede capitalizar la situación para acrecentar el patrimonio y la identidad de la Nación. Futuro y pasado no son excluyentes si se toman las decisiones correctas en el presente.

Riqueza arqueológica, riqueza mineral
Desde hace algún tiempo, Pacific Rubiales adelanta trabajos de exploración en el Bloque La Creciente, ubicado en la región de los Montes de María, entre los departamentos de Sucre y Bolívar. Esta zona, bien conocida por episodios de violencia y desplazamiento, hoy en día es un ejemplo de reconstrucción y reconciliación gracias a iniciativas público-privadas que trabajan de la mano con las comunidades de El Salado y San Basilio de Palenque.

Como parte de las tareas de arqueología preventiva realizadas por la petrolera en la vereda San Rafael del municipio de San Pedro, departamento de Sucre, un equipo de arqueólogos de la compañía identificó un importante hallazgo arqueológico. De acuerdo con Javier Gutiérrez, arqueólogo contratista de Pacific, “el hallazgo constituyó un sitio de habitación y cementerio de las parcialidades indígenas Malibú, consignadas en las fuentes y crónicas españolas del siglo XVI, siendo una ocupación contemporánea con otros sitios de habitación de las mismas poblaciones aborígenes en áreas vecinas como en los corregimientos de Canutal, San Rafael, El Salado y La Sierra”.

Entre los vestigios excavados en el sitio se encuentra material cerámico, herramientas en piedra y restos óseos de los antiguos moradores del lugar que atestiguan la existencia, hace más de 700 años, de una numerosa población indígena. Esto coincide con la abundancia y distribución de sus restos materiales en los Montes de María y a lo largo de las riberas del río Magdalena.

Compromiso para preservar y divulgar
Aunque el hallazgo de por sí es interesante, pues representa un valioso aporte a la historia nacional y al devenir de las culturas prehispánicas que habitaron nuestro territorio, lo fundamental es asegurar su preservación y difusión como activo del patrimonio e identidad de la Nación. Para lograrlo, la compañía ha trabajado de la mano con el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH) en el plan de manejo y rescate de los restos indígenas, y se comprometió a apoyar todos los aspectos relacionados con la preservación del hallazgo y la difusión pedagógica de este patrimonio.

Alejandro Jiménez, Gerente Corporativo de Responsabilidad Social de Pacific, señala que “es un orgullo trabajar con el ICANH en la recuperación de la memoria nacional. Este caso debe servir de ejemplo para motivar a otras compañías a cumplir con los requisitos exigidos por las autoridades en materia arqueológica. Más aún en Colombia, en donde todo el territorio es susceptible de albergar elementos patrimoniales”.

Valor y coexistencia
En este ejemplo, el futuro y el pasado encuentran un final feliz. Las evidencias arqueológicas, debidamente preservadas e incorporadas al patrimonio y riqueza cultural del país, contribuirán al desarrollo de la memoria histórica y de la identidad nacional. Y todo, gracias a una decisión tomada en el presente. “Pacific ha adoptado como política involucrar arqueología preventiva en todas las etapas de su actividad de exploración y producción de hidrocarburos, y hace un llamado a otras empresas para actuar en consecuencia con los protocolos exigidos para cuidar el patrimonio histórico nacional. Esto hace parte de la estrategia de generación de valor compartido con la cual estamos comprometidos”, concluye Jimenez.