El sur colombiano está escribiendo una historia distinta. El Huila se transforma para convertirse en un departamento que logra resultados visibles, medibles y sostenibles. Desde las montañas cafeteras hasta los parques solares, pasando por minas, rutas turísticas y polos agroindustriales, el mensaje es claro: el Huila cambió su ritmo, y el país empieza a notarlo.
Los números hablan con aroma a café. Con 390.000 cargas de pergamino seco por cosecha y más de 145.000 hectáreas sembradas en 35 de los 37 municipios, el Huila sigue siendo el mayor productor cafetero del país, aportando el 19 % del total nacional.
Esa fortaleza productiva se traduce también en divisas: entre enero y mayo de 2025, las exportaciones de café sin tostar se duplicaron, al pasar de 258,9 millones de dólares en 2024 a 509,1 millones, según el Mapa Regional de Oportunidades del Ministerio de Comercio. La libra de café huilense, que ya superó los 65 dólares en subastas nacionales, confirma lo que muchos intuían: el café del Huila no solo es bueno, es de los mejores del mundo.
Y no está solo. Las exportaciones agropecuarias totales crecieron 72,3 % en el mismo periodo, impulsadas por productos como el aguacate, la granadilla y el cacao, en una clara muestra de diversificación rural y visión empresarial.
Energía del sol y minería con propósito
El futuro energético del país también pasa por el Huila. En Neiva, Hobo, Aipe, Palermo y Villavieja se levantan proyectos solares que están cambiando la matriz eléctrica del suroccidente colombiano. Entre estos el Parque Solar Brisas, con 26 MW de capacidad y 48.000 paneles bifaciales, ya entrega energía limpia a miles de hogares. A su alrededor, avanzan obras como el Parque Solar Villavieja (200 MW), La Achira (159.780 módulos) y el Ecoparque Solar Brisas, promovido por Ecopetrol y AES Colombia.
Gracias a ellos, el Huila se consolida como uno de los mayores generadores de energía solar del país, ejemplo de cómo un departamento agrícola puede liderar la transición energética con visión sostenible.
Bajo tierra, el progreso también florece. El Ministerio de Minas y Energía declaró al Huila “Distrito Minero de Diversificación Productiva”, por su potencial en rocas calcáreas, dolomitas y fosforitas, insumos vitales para la producción de fertilizantes y enmiendas agrícolas.
A partir de ese reconocimiento, la Gobernación impulsa una planta moderna de trituración y molienda, financiada con regalías, que generará empleo y valor agregado para municipios como Palermo, Aipe y Yaguará.
Turismo que brilla en el mapa mundial
El turismo también florece. Paicol fue postulado por ONU Turismo como uno de los “Best Tourism Villages 2025”, un reconocimiento reservado a destinos rurales con equilibrio entre naturaleza, sostenibilidad y cultura. Y como si fuera poco, La Venta, en el Desierto de la Tatacoa, recibió el sello de Patrimonio Geológico Mundial por parte de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS), ubicando a este paisaje opita en el radar científico y turístico global.
Hoy, el visitante puede recorrer las rutas del café, los senderos arqueológicos, los observatorios astronómicos y las fincas agroturísticas, en una red de experiencias que impulsa empleo, orgullo y desarrollo local.
Las cifras sociales acompañan el despegue económico. De acuerdo con el DANE, la pobreza multidimensional bajó del 11,9 % en 2023 al 10,9 % en 2024, y en el campo la reducción fue aún más notoria: 3,3 puntos porcentuales menos.
En empleo, el Huila mantiene una tasa del 8,4 %, inferior al promedio nacional (9,1 %). consolidando la tendencia hacia la recuperación laboral y la formalización.
Nada de esto ocurre por casualidad. Detrás de cada avance está una estrategia clara y una gestión con resultados. El gobernador Rodrigo Villalba Mosquera, con su lema “Por un Huila Grande”, ha liderado una administración que combina experiencia, planeación y ejecución. La firma Cifras & Conceptos ubicó su gobierno entre los mejores del país: cuarto lugar nacional en 2024 y tercero en 2025.
Su sello está en los hechos: café premiado, parques solares en expansión, minería limpia, turismo internacional y reducción de la pobreza. En conjunto, estos logros configuran un modelo de desarrollo equilibrado entre productividad, sostenibilidad y bienestar.
El Huila de hoy es una potencia agrícola, minera, energética y turística, que demuestra que la gestión pública, cuando se hace con visión y compromiso, puede transformar la vida de la gente.
Por eso, más que una frase, hoy es una certeza: algo bueno —y duradero— está pasando en el Huila Grande.