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En el universo donde el lujo, la moda y el arte convergen de manera sublime, Johnnie Walker Blue Label se reafirma como un ícono que une estas pasiones. Su más reciente creación, Ice Chalet, es más que un whisky: es una declaración de estilo y sofisticación, nacida de una colaboración con la prestigiosa marca de moda de lujo A Perfect Moment.
Ice Chalet se distingue por su meticulosa elaboración con maltas provenientes de las destilerías más altas y frías de Escocia. En este entorno único, donde el aire puro de montaña, la nieve fresca y el calor de los fuegos se entrelazan, se forma un destilado excepcional. Y estará disponible en Bogotá durante la Feria EVA en el Parque la 93.
Solo una de cada 10,000 barricas alcanza la perfección requerida para ser parte de la legendaria línea Blue Label, y esta edición no es la excepción. Inspirada en el invierno escocés, se busca una maduración más lenta, logrando una textura delicada y notas características como el suave ahumado y las frutas.
Tres single malts sobresalientes—Brora, GlenAllachie y Dalwhinnie—conforman esta mezcla única. En particular, Dalwhinnie, ubicada a 365 metros sobre el nivel del mar, aporta una singularidad especial a esta edición.
“Este producto se asemeja a los gustos del público latinoamericano busca, que son sensaciones dulces y frutales. Esta edición se adapta muy bien a ese boom de coctelería asociada al whisky que vive el país gracias a su maduración en frío, lo cual lo hace mucho más amable al paladar”, explicó Nicolás Bohórquez, consultor para Diageo Colombia en diálogo con El Espectador.
Para quienes compren la botella esta viene acompañada por una bolsa reversible diseñada por A Perfect Moment, que busca elevar la experiencia sensorial. El clásico estampado de pata de gallo, reinterpretado con un enfoque contemporáneo, convierte esta presentación en un objeto de deseo para amantes del whisky y la moda. El valor de esta edición especial es de $1.870.000
Con un profundo color ámbar y destellos dorados, Ice Chalet cautiva desde la primera mirada al contacto del líquido con el vaso. En nariz, destacan aromas de vainilla cremosa, manzanas especiadas y ciruelas maduras, preludio de una cata sofisticada. En boca, las frutas y especias se entrelazan con un delicado toque ahumado, dejando un final suave y elegante, donde las especias frutales persisten y realzan la experiencia.
Con esta edición limitada, Johnnie Walker busca convertirse en un puente entre la moda, el arte y la cultura.