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La experiencia, entendida básicamente como la práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad para hacer algo y construir visiones idóneas de hechos y fenómenos que transforman o ponen en alerta a la sociedad y al ordenamiento jurídico, tiene particular importancia en el derecho, especialmente en la perspectiva de la responsabilidad que, previsivamente, las organizaciones públicas y privadas y las firmas de abogados deben atribuirle a los profesionales que han acumulado estudios y conocimientos jurídicos especializados y adquirido valiosas competencias humanas, éticas, formativas, gerenciales e interdisciplinarias, que pueden y deben transmitir a la nueva generación de abogados y ponerlas al servicio de la sociedad y de las principales instituciones.
La velocidad de los cambios sociales, políticos, geopolíticos, económicos, demográficos, epidemiológicos, migratorios y tecnológicos es superior a la reacción y las previsiones de los Estados, del sistema educativo mundial y de los líderes y dirigentes, y reclama la movilización de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, las facultades de Derecho, los colegios de abogados y los togados expertos.
1. La aldea global se mueve, sustancialmente, en torno de dos principios universales que circundan y equilibran las fuerzas de los Estados: orden y libertad, que, a su vez, se oxigenan con importantes valores sociales: educación, salud, equidad, justicia, seguridad, medio ambiente y desarrollo, con resultados continentales heterogéneos, por falta de gobernanza y de acuerdos mundiales.
Necesitamos el concurso de los mejores abogados del mundo que ayuden a construir, por utópicos que sean, modelos de gobierno mundial y acuerdos en temas nucleares, que contribuyan a normalizar el mundo, que está patas arriba y donde vivimos 8.000 millones de personas, a evitar guerras bélicas y comerciales y a rescatar pueblos subyugados por dictaduras que no respetan los derechos fundamentales de sus poblaciones.
2. En Colombia, nos urge unificar la modernización de los conceptos de familia de crianza, monoparentales, ensambladas y extensas o multiespecies, edificadas por vínculos naturales o jurídicos y con vigorosa protección constitucional. De las organizaciones familiares y empresariales y de sus complejos desafíos, como fuentes generadoras de riqueza, empleo y progreso, tenemos que ocuparnos, especialmente, los abogados expertos, con conocimientos y experticia en asuntos gerenciales, legales y societarios, financieros, empresariales y tributarios, interviniendo en la estructuración, identificación y mitigación de riesgos y sus blindajes, en el fortalecimiento del patrimonio familiar, en el logro de acuerdos familiares y en su monitoreo o asesoría.
3. No obstante, las previsiones de la legislación civil (artículo 1 del Código Civil; artículos 25 a 32 de la Ley 57 de 1887 y artículos 1 a 12 de la Ley 153 de 1887) y de la legislación mercantil (artículos 1, 2 y 822 del Código de Comercio), que aparentemente podrían hacer innecesaria la fusión normativa; en realidad, su unificación si es necesaria y facilita la labor de los jueces, teniendo presentes pilares como los siguientes:
i. La seguridad jurídica.
ii. La unificación de obligaciones y contratos.
iii. La incorporación en el código unificado de la legislación mercantil y civil distribuida en otras leyes, tales como la Ley 222 de 1995, la Ley 1429 de 2010, la Ley 1116 de 2006 y sus decretos reglamentarios, la Ley 2069 de 2020, la Ley 2097 de 2021 y la Ley 1098 de 2006.
iv. El funcionamiento de jueces únicos para la solución de los asuntos civiles y mercantiles.
v. La modernización de la normatividad, de acuerdo con la evolución social y económica del país y su conectividad con el mundo desarrollado y el derecho privado internacional.
4. Conviene que los nuevos abogados sean bien formados en asuntos de especial utilidad académica y práctica:
i. Creación y administración de empresas familiares.
ii. Cultura tributaria y conocimiento de la normatividad inherente.
iii. Cuidadoso estudio de sus deberes profesionales y éticos.
iv. Importancia de la independencia profesional.
v. Absoluta disposición y motivación para estudiar y actualizarse permanentemente, sin conferirle nunca vacaciones a los pies ni al cerebro, ni a la responsabilidad social frente a los más débiles.
vi. Comprensión y estudio permanente de la Constitución que nos rige.
vii. Estudios de las reglas de la interpretación de las normas, del análisis integrado del derecho y de la hermenéutica.
5. A la inversa de la lógica y de tendencias y prácticas empresariales, lo conducente es invertir en la contratación de abogados expertos y previsivos, con sólida formación y experiencia profesional, para afrontar los retos de hoy y del futuro. Se requiere compromiso, inteligencia, pasión y método de todos los actores.
*Abogado, experto en asuntos estratégicos, familiares, empresariales y patrimoniales.