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Por una moda menos tiránica

La apuesta en Colombiamoda 2009 fue ecológica, una tendencia para ayudar en el futuro al medio ambiente.  

Redacción Especiales
10 de agosto de 2009 - 03:19 a. m.

El tema que atravesó Colombiamoda 2009 fue el eco-tech, una tendencia mundial que hace que grandes productores y marcas se pregunten por los efectos que sus productos le causan al ambiente.

Para algunos expertos de la prensa nacional e internacional, que asistieron a Colombiamoda, la escogencia de un tema determinante en estos días como el eco-tech elevó la feria a los niveles internacionales. “Es algo de lo que todo el mundo habla y que se viene aplicando con mucha rigurosidad en Europa y varias partes del mundo, así que es hora de que Colombia y su producción de moda se inserten activamente en esta tendencia mundial”, explica la especialista en moda y directora del portal de noticias Fashion Radical News, Katerine Villota.

El ecodiseño profesa que hay formas de que un producto tenga menos impacto ambiental durante su ciclo de vida, que incluye desde la obtención de materias primas, la manufactura, el uso, etc. La moda, siempre tan señalada por sus extravagancias y desmesuras, no se ha quedado por fuera de esta tendencia y empieza a ser sacudida por un afán de entrar en procesos limpios, ecológicos y recicables.

Se han posicionado así con gran éxito semanas como el Ethical fashion week de París, que elige a sus participantes después de indagar si son marcas o proyectos de diseño que se comprometen a respetar una Carta de Buena Conducta en donde  pongan como primer plano la defensa de los hombres y de sus condiciones de trabajo, la salvaguardia del medio ambiente, así como la de las habilidades ancestrales, que reflejan las diferencias de cada cultura.

Aunque la preocupación y conciencia  mundial de los problemas ambientales apareció hace décadas, aún parece común que las firmas se limiten a adoptar algunas prácticas internas, como ahorro de energía o reciclado sin cambiar radicalmente los productos ni la manera de producirlos y comercializarlos.

Es por eso que la escogencia de un tema álgido y de vanguardia, como el ecotech, resultó de mucho provecho en la feria. Le demostró, por ejemplo,  a los empresarios del sector y diseñadores que contrario a lo que se cree, la gente está dispuesta a pagar  incluso  hasta un  10% más por un producto ecológico, y que además,  no necesariamente hacer productos ecológicos tiene que ser más caro y costar más su producción. “Están reportados casos en donde una mejora al medio ambiente ha supuesto una reducción de costos”, explica Rosario Vidal Nadal, invitada especial que habló de este tema en Colombiamoda.

Pero han sido las mismas demandas de los consumidores que a la hora de comprar un producto revisan la etiqueta e indagan sobre la procedencia del vestido que se están llevando a su clóset, la que ha obligado a que grandes marcas, como Louis Vuitton y Gucci, impongan nuevas estrategias. Es esa actitud que prefiere comprar modelos heredables y sanamente producidos que camisetas desechables  la que ha fortalecido y expandido esta  en el mundo.

En Colombiamoda, una de las diseñadoras que se convirtió en abanderada de esta propuesta y que pareció regir su colección con los principios del ecodiseño fue Juliana Correa con su marca ONA, quien no sólo extrajo toda la belleza de una dura profesión como la minería y les rindió un homenaje a esos anónimos trabajadores, sino que usó materiales orgánicos, con estampados artesanales libres de químicos y en cuya producción se calcularon con cuidado todos los efectos que se producen en el ambiente.

Por Redacción Especiales

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