El proyecto Manglar Mallorquín liderado por Puerta de Oro Empresa de Desarrollo Caribe, con el acompañamiento de la Universidad Simón Bolívar y su Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio Climático, Adaptia, permitió retirar 9,2 toneladas de residuos sólidos de la Ciénaga de Mallorquín en seis jornadas de limpieza.
“Logramos caracterizar los tipos de desechos que más llegan hasta la ciénaga”, señaló Hernando Bolívar Anillo, coordinador científico del proyecto. “El llamado es a todas las personas que viven en Barranquilla: cada botella, bolsa o envase que termina en la calle puede llegar hasta la ciénaga y lo que llega al manglar impacta directamente la salud ambiental de nuestra ciudad”.
El propósito del proyecto fue implementar una estrategia integral para la captura, gestión y aprovechamiento de residuos sólidos en la Ciénaga de Mallorquín, a través del convenio GRT/BB-18616-CO firmado entre Puerta de Oro y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), administrador del Fondo de Carbono Azul de Reino Unido para agregar valor a la conservación de ecosistemas de ciudades costeras.
En la última actividad realizada en el costado cercano a la playa Puerto Mocho se recolectaron 344,4 kilos de desechos: plásticos, hierro, llantas, icopor, vidrios y madera procesada. En esta participaron más de 50 personas, sumando 119 voluntarios a lo largo de todas las intervenciones en los sectores Punta Félix, Arroyo León, el Ecoparque y otros puntos críticos de acumulación de residuos.
“Puerto Mocho es un punto estratégico porque conecta tres cuerpos de agua vitales: el mar Caribe, la Ciénaga de Mallorquín y el río Magdalena”, explicó Paula Chapuel Aguillón, coinvestigadora de Adaptia. “Esta convergencia hace que la zona reciba grandes volúmenes de residuos flotantes que terminan afectando la flora y fauna local”.
Durante las jornadas participaron además miembros de la comunidad y aliados institucionales comprometidos con la preservación de un ecosistema costero considerado uno de los pulmones ecológicos más importantes del Caribe colombiano. Las acciones de recolección se complementaron con ejercicios de sensibilización, registro de datos y clasificación de materiales, permitiendo generar una línea base de residuos que servirá para futuras estrategias de mitigación.
Los investigadores evidenciaron que los contaminantes que más se acumulan en la Ciénaga de Mallorquín son plásticos, 83 %, que por su flotabilidad se desplazan fácilmente por los cuerpos de agua y quedan atrapados entre las raíces de los manglares. Este hallazgo refuerza la necesidad de acciones continuas de limpieza, educación ambiental y gestión sostenible de residuos.
“Desde la Universidad Simón Bolívar y el centro Adaptia estamos orgullosos de haber acompañado este proceso junto a Puerta de Oro”, expresó la investigadora Keyla Acuña Ruiz. “Recolectar más de ocho toneladas de basura marina no solo es un logro ambiental, sino un mensaje de conciencia colectiva: proteger los manglares es cuidar el corazón natural de Barranquilla”.
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