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En la educación superior colombiana existen principalmente cuatro tipos de profesores según su vinculación laboral: de dedicación exclusiva, de tiempo completo, de medio tiempo y de hora-cátedra.
Los profesores de hora cátedra de las universidades estatales u oficiales no son considerados empleados públicos docentes de régimen especial ni pertenecen a la carrera profesoral, lo que origina un tratamiento especial en términos de consideraciones especiales y prestacionales, y se rigen por reglas contractuales diferentes de acuerdo con las normas internas y conveniencia de cada universidad.
Dentro de la categoría de estos profesores ocasionales se pueden encontrar quienes a corto y mediano plazo aspiran a alcanzar una estabilidad laboral como docentes de planta de las universidades para la que prestan sus servicios, pero por múltiples razones aún no han definido tal formalización. Sin embargo, en su gran mayoría, el profesor de cátedra no depende exclusivamente de los ingresos provenientes de la academia.
Estoy seguro de que a la mayoría de los profesores de hora cátedra de las universidades públicas de nuestro país, lo que realmente menos les preocupa es la condición contractual o los aspectos remunerativos que determinan la relación económica con la institución a la que favorecen mediante la transmisión de sus conocimientos y experiencias.
Esa condición, resultante de su vinculación laboral en el sector real, le confiere unas características que unidas a su vocación pedagógica constituyen un portento para sus alumnos, que se manifiesta no solamente en el incremento de la capacidad de interacción con múltiples realidades generadas a partir del desempeño con diversos sectores empresariales, sino en la conformación permanente de redes de contactos, vivencias y proyecciones.
Para las universidades colombianas, tanto públicas como privadas, y esencialmente para sus programas de posgrado, los profesores hora cátedra se han venido convirtiendo en la mejor alternativa de acercar ejecutivos de diferentes tipos empresas industriales de servicios y firmas consultoras, al mundo académico que se especializa en la investigación y las diferentes formas de transmisión del conocimiento, especialmente la conceptual.
Además de contribuir en la flexibilización del ambiente académico en todos sus ámbitos, el profesor cátedra de una Institución de Educación Superior, constituye uno de los principales vínculos para el flujo de información entre la academia con su entorno empresarial.
Plantear una disminución sistemática de la figura del profesor de cátedra, reemplazándola mediante la ampliación de la cobertura en tiempo de los docentes de planta y dedicación exclusiva, no deja de ser un exabrupto, resultado de priorizar los indicadores de una gestión financiera coyuntural, sobre las implicaciones de calidad y pertinencia en la educación de nuestro país.
*MBA DBA. Consultor Internacional. Máster en Gestión de Empresas de la Universidad Ramón Llull de Barcelona y estudios doctorales en administración. rgpconsultores@outlook.com