Las tierras que en el pasado pertenecieron a grandes terratenientes, señores de la guerra o al narcotráfico hoy están, en manos campesinas. Son millones de hectáreas que, por décadas, se destinaron a la ganadería o para concentrar riquezas, y ahora son aradas por trabajadores de campo, que potencian el desarrollo rural.
Este jueves se cumplieron tres años del gobierno de Gustavo Petro quien, a través de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) y su director Felipe Harman, ha demostrado que la justicia para los campesinos y los pueblos étnicos sí es posible. En el pasado ellos fueron víctimas de despojos, abandono estatal y victimización en medio de la lucha por sus territorios. Hoy, el panorama, es diferente.
“Hemos logrado formalizar más de 1,7 millones de hectáreas a quienes van a trabajarlas. Esto significa saldar una deuda histórica con el campesinado y comunidades étnicas, y hace que, después de décadas e incluso generaciones, las personas digan: ‘Esta sí es mi tierra’”, dijo Felipe Harman, el director de la ANT.
Resolviendo “tierreros”
Por décadas el campesinado colombiano pidió acceder a millones de hectáreas productivas (que estaban en manos de unos pocos), para ponerlas a producir y sobrevivir de ellas, pero los antiguos Incoder o Incora, no lograron atender estas peticiones a cabalidad.
Al contrario, lo que se evidenciaba era que mientras algunos acumulaban tierras a cualquier costo y se perdía su potencial agrícola, los campesinos debían migrar por falta de oportunidades, despojos y el desplazamiento forzado, como lo documenta el Registro Único de Víctimas, que reporta que 8,5 millones tuvieron que migrar del campo, o el Centro de Memoria, al ratificar que casi uno de cinco colombianos fue desplazado o despojado de sus fincas, calificando a Colombia como “una nación desplazada”.
Para saldar esa deuda nació la Agencia Nacional de Tierras, donde hoy se desarrolla toda una estrategia de recuperación de predios de la mafia y baldíos de la nación en poder de privados para que los campesinos, indígenas y afro, que toda su vida aspiraron a tener un predio o aquellos que tuvieron que huir por el eco de los fusiles, puedan volver a hacer germinar la tierra con su trabajo.
Mediante operativos liderados por el director Juan Felipe Harman, con el apoyo de la Policía Nacional, se han recuperado más de 200.000 hectáreas arrebatadas por la mafia y paramilitarismo, reintegrándolas al Fondo de Tierras de la ANT. Estas tierras fueron adquiridas por medio de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y el Fondo de Reparación a las Víctimas (FRV).
Luego de tres años de gestión, las cifras demuestran que, aunque es ambicioso el objetivo de reparar y formalizar tierras para millones de solicitantes, sí hay resultados importantes. La ANT, en este mandato, se acerca a los dos millones de hectáreas formalizadas, lo que significa la mayor apuesta estatal en el siglo.
“Con cada hectárea titulada les devolvemos la dignidad a las comunidades campesinas y étnicas. Ahora tienen legalmente un derecho a permanecer en sus tierras y a ser protagonistas de una Colombia productiva” explicó el Harman.
En la región del Catatumbo, por ejemplo, la formalización de 9.000 hectáreas ha sido un talud para frenar la violencia y la confrontación armada en municipios como Ábrego, Ocaña, Tibú o Teorama. Y es que, según demuestra la Agencia, en cuestión de tres años se han formalizado más tierras que en los últimos 15 años, bajo los gobiernos de Juan Manuel Santos (27.827) e Iván Duque (32.614).
La gestión del director Juan Felipe Harman Ortiz en la ANT ha logrado cifras históricas, que evidencian un progreso rural, como la gestión de 634.712 hectáreas para campesinos, pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes, de las cuales más de 400.000 fueron compradas para avanzar en la justicia rural y el cumplimiento del Acuerdo de Paz, o en materia de formalización, se han titulado 1.718.108 hectáreas, convirtiendo a miles de pobladores rurales en propietarios legítimos de sus tierras.
Un campesino de El Quimbo, corregimiento de Gigante (Huila), que recibió tierras de la ANT le dijo a El Espectador que “luego de 15 años de un despojo patrocinado por el mismo Estado, hoy vuelve a tener esperanzas de sembrar cultivos y futuro”
Deuda ancestral cumplida
Más allá de la formalización de tierras a campesinos, la Agencia explica que ha implementado un enfoque étnico con consejos comunitarios afro y pueblos indígenas, para devolverles lo que la desigualdad y el despojo les quitó.
El director Harman le explicó a El Espectador que la entidad ha ayudado a constituir 109 resguardos indígenas y ayudado a ampliar al menos 80, para que, según su cosmovisión, puedan preservar su cultura y salvar a su población del exterminio físico y cultural, como lo determino la Comisión de la Verdad en su Informe Final.
Para Harman, el trabajo debe continuar para hacer justicia con millones de indígenas y afrodescendientes que aún esperan por parcelas o de regresar al lugar de donde tuvieron que huir. Sin embargo, siente que el trabajo se ha cumplido, pues gracias a unas cuantas hectáreas, los campesinos y comunidades étnicas tienen una nueva oportunidad de cultivar proyectos de vida alrededor de la tierra.
Casos Emblemáticos
• El Aro, Antioquia: Se han formalizado 4.133 hectáreas, beneficiando a 265 familias víctimas de la masacre de 1997, devolviéndoles la esperanza y el derecho a trabajar la tierra.
• Caño Indio, Catatumbo: Se entregaron 387 títulos de propiedad rural, equivalentes a 4.462 hectáreas, a campesinos y víctimas del conflicto en una zona duramente golpeada por la violencia.
• El Quimbo, Huila: Se reparó con 2.100 hectáreas a campesinos desplazados por la construcción de la hidroeléctrica, después de más de 15 años de afectación.
• Hacienda Bellacruz, Cesar: Tras 30 años de luchas, se adjudicaron 1.900 hectáreas a 350 familias víctimas del conflicto y despojos.
• Las Pavas, Bolívar: Después de 21 años de lucha, se entregaron 50 títulos correspondientes a 958 hectáreas a familias campesinas desplazadas por grupos paramilitares.
• ZRC Santa Isabel - Anzoátegui: Se constituyeron 23.671 hectáreas para beneficiar a 1.385 familias en Tolima, como parte de las nuevas ZRC.
Estos logros representan la devolución de la dignidad, el arraigo y la esperanza a comunidades que han cuidado y habitado estos territorios por generaciones, reafirmando que la Reforma Agraria es hoy una realidad que transforma a Colombia.
Logros Más Importantes de la Reforma Agraria en Tres Años:
• Formalización de más de 1.7 millones de hectáreas para pobladores rurales, superando la suma de los dos gobiernos anteriores.
• Gestión de cerca de 634.712 hectáreas, con más de 400.000 compradas, para campesinos y comunidades étnicas.
• Recuperación de más de 200.000 hectáreas arrebatadas por la mafia y paramilitarismo, reintegrándolas al Fondo de Tierras de la ANT.
• Destinación de más de 16.000 hectáreas para procesos de reincorporación de firmantes de paz, una cifra récord en el cumplimiento del Acuerdo de Paz.
• Constitución de 109 resguardos indígenas y titulación de 67 consejos comunitarios de comunidades negras, beneficiando a más de 260.000 personas y adquiriendo 101.515 hectáreas para población étnica.
• Creación de 14 nuevas Zonas de Reserva Campesina (ZRC), abarcando 702.381 hectáreas, y avance en los Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM).
• Lanzamiento del programa “Sembrando Vida” con 200.000 millones de pesos para impulsar y cofinanciar proyectos productivos en predios de la Reforma Agraria.
• Formalización de 1.328 titulaciones a entidades de derecho público para fortalecer infraestructuras sociales rurales como escuelas y puestos de salud.
• Conformación de 517 Comités Municipales (CMRA) y 14 Comités Departamentales de Reforma Agraria (CDRA), fortaleciendo la participación activa de las comunidades en la implementación de la Reforma.