Gastronomía y recetas
Publicidad

El vermut cambia de estatus

Tiene su origen en la antigua Grecia, donde Hipócrates maceró vinos con ajenjo. Entre 1786 y 1863, viñateros italianos, franceses y españoles afinaron el producto, dando origen a marcas como Gancia, Cinzano, Martini, Noilly Prat e Izaguirre.

Hugo Sabogal
30 de abril de 2023 - 02:00 a. m.
El gradual despertar del vermut se inició a comienzos del 2020 y hoy exhibe nuevos sabores y diseños de vanguardia, tanto en envases como etiquetas.
El gradual despertar del vermut se inició a comienzos del 2020 y hoy exhibe nuevos sabores y diseños de vanguardia, tanto en envases como etiquetas.
Foto: Cortesía

El ámbito de las bebidas fortificadas vive un renacimiento, que le permite resucitar lazos con su público leal y abrirse paso en el segmento vanguardista.

Los fortificados son vinos a los que se les adiciona alcohol vínico para aumentar su graduación alcohólica y su estabilidad, sin dejar de ser derivados de la uva. Jerez y Oporto son dos de ellos, mientras que el vermut (o vermú), más popular, incluye una amplia variedad de hierbas y botánicos, desde ajenjo, vainilla, genciana y ruibarbo, hasta raíz de lirio y quinina, para mencionar sólo algunos.

Tiene su origen en la antigua Grecia, donde Hipócrates maceró vinos con ajenjo. Entre 1786 y 1863, viñateros italianos, franceses y españoles afinaron el producto, dando origen a marcas como Gancia, Cinzano, Martini, Noilly Prat e Izaguirre.

El gradual despertar del vermut se inició a comienzos del 2020 y hoy exhibe nuevos sabores y diseños de vanguardia, tanto en envases como etiquetas.

Quienes han abierto el camino –igual que ocurrió con el Jerez– no son nuevos jugadores, sino casas centenarias ibéricas. Pese a haberse enfrentado a oleajes turbulentos, las más reconocidas han conseguido salir a flote.

Un reciente análisis de Mordor Intelligence sobre vinos fortificados (2023-2028) dice que las empresas apuntan a la clase económica emergente e influyente de la población, debido a su mayor gasto discrecional en dichos productos. Y agrega que el mercado de los fortificados refleja una creciente demanda de innovaciones.

Además de la clásica Izaguirre, dos firmas líderes en el rubro son Padrò i Familia, de Cataluña, y Entroido, de Galicia. Ambas han lanzado propuestas atrevidas, que les permiten sumar adeptos y recoger trofeos y medallas de oro en todos los principales concursos internacionales, como el World Vermouth Awards y el World Spirits Competition, de San Francisco.

Las botellas y etiquetas de Padrò i Familia sobresalen por el uso de diferentes gamas cromáticas y envases decorados con arabescos metálicos. Según la empresa, es una propuesta que “seduce la vista e invita a probar su contenido”. Cuenta con versiones fluorescentes para brillar en los bares nocturnos.

Entroido apunta a la elegancia y a tonos de colores que evocan la naturaleza gallega y el mar. Según la crítica, Entroido se sitúa en la élite del sector.

El vermut se identifica por sus sabores dulce, amargo y ácido, y se embotella en cuatro presentaciones: blanco, rojo, rosado y seco. Se toma como aperitivo en Francia y España, país donde se ha acuñado la expresión “la hora del vermut”.

El estilo clásico de beberlo es verterlo en un vaso alto con dos cubitos de hielo, una rodaja de naranja y piel de limón exprimida. Limpia el paladar y abre las papilas gustativas, preparándolas para almuerzos y cenas. Algunos cócteles con vermut son Negroni, Campari, Manhattan y Dry Martini, todos vigentes.

Y como complemento, el auge de locales llamados vermuterías no se detiene.

Temas recomendados:

 

Álamo(88990)01 de mayo de 2023 - 03:02 p. m.
Hummm... pues, como publicidad, se salva la foto.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar