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Un poco de la historia de las trufas
Las trufas de chocolate son uno de los dulces más suculentos y elegantes que siempre vas a encontrar en una mesa gourmet y que si te las regalan, es algo que seguramente no vas a querer compartir.
La historia más común del origen de las trufas de chocolate, se remonta al año 1895 en la zona de Chanbéry (Francia); donde cuentan que Louis Dufour, un maestro chocolatero y pastelero, en una época de escasez tuvo la grandiosa idea de mezclar, chocolate, cacao en polvo, crema fresca y vainilla, para hacer un postre fácil y lograr que sus clientes no se fueran con las manos vacías; situación que no solo logró resolver, sino que hoy día las amamos en todo el mundo.
¿Sabías que a las trufas se les da ese nombre porque son una imitación de la trufa real que crece alrededor de las raíces de determinados árboles en Francia e Italia? Por esa razón su forma es irregular, el cacao imita la tierra en donde se cultivan y la cremosidad es similar a la del tan codiciado hongo. Así que si quieres hacer unas trufas deliciosas para fechas especiales, que sean cremosas, grandes y deliciosas, esta receta te va a hacer lucir.
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Gastronomía: Americana .
Rellena también con nueces troceadas, naranja, limón o arándano confitado en trozos muy pequeños.
- Tiempo de preparación: 20 minutos.
- Tiempo de cocción: 20 minutos.
- Porciones: 13.
Ingredientes
- 150 gramos de chocolate semiamargo de 65 % o el que más te guste
- C/N chocolate cobertura semiamargo o leche (está hecho a base de grasas vegetales)
- C/N cocoa sin azúcar en polvo
- 75 gramos de crema de leche
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Preparación
Para la trufa
Calienta el chocolate semiamargo junto con la crema de leche hasta que derrita en el microondas por 1 minuto y la mezclas con un globo hasta tener una emulsión suave y sedosa. También puedes calentar la crema de leche y agregarla al chocolate.
Llévala a una bandeja o a algún recipiente para que la puedas introducir tapada a piel, (con vinipel o plástico tocando toda la superficie de tu ganache), en el congelador por una media hora. También puedes dejarla en la nevera de un día para otro.
Cuando tu chocolate esté un poco más compacto y manejable, divides en porciones de a 20 gramos aproximadamente con una cucharita y haz unas bolitas. Recuerda, las auténticas trufas tienen una forma irregular.
Para decorar
Una vez estén todas formadas, llévalas nuevamente al congelador, mientras derrites tu chocolate cobertura al baño María. Este paso es opcional lo que buscamos es que, si hace mucho calor, este chocolate ayude a que la trufa no se derrita y mantenga su forma.
En un tazón pon el cacao en polvo, (coco, toppings, nueces troceadas, lo que se te ocurra).
Cuando tengas tu chocolate cobertura listo, saca las bolitas de trufa del congelador y báñalas con el chocolate que preparaste, sobre una rejilla para que pueda escurrir el exceso.
Antes de que endurezcan, pásalas por el cacao en polvo o el topping que hayas escogido.
Tip: si no vas a usar el chocolate cobertura, pásalas directamente al tazón con el cacao en polvo o tu topping de preferencia.
Truco: para usar el chocolate cobertura, ponte unos guantes de plástico y vierte un poco del chocolate derretido en tu mano, toma una trufa y úntala bien por todos lados e introdúcela rápidamente en el cacao en polvo. Es una forma más fácil y rápida.
Tip: a tu chocolate semiamargo antes de llevarlo a frío, puedes agregarle diferentes sabores como nueces troceadas, naranja, limón o arándano confitado en trozos muy pequeños, hasta algún tipo de licor.
¡Trucos de la abuela!
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