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Es interesante notar cómo cada cultura culinaria ha adoptado a lo largo de la historia su propio repertorio de ingredientes, que se han enraizado de forma tan profunda que hoy son característicos del lugar al que pertenecen. Cuando pensamos en comida japonesa, por ejemplo, viene a nuestra mente el sabor del vinagre de arroz, el wasabi, la soya, las algas y el pescado fresco. O si pensamos en la cocina mexicana recordamos los chiles, las tortillas, el tomate, el cilantro… Igual ocurre con la cocina de India con su curry, el tamarindo, el ajo y el jengibre. Lo mismo ocurre con la cocina del Mediterráneo, que abarca las cocina de, por ejemplo, la costa sur de España, Italia, las islas griegas, Turquía, Siria, Marruecos… y que siempre nos recuerdan los sabores del aceite de oliva, el ajo, el tomate, las aceitunas. Es decir, casi completa la lista de ingredientes que trae la ensalada que propongo esta semana, y que recuerda en un solo bocado todo el sabor del Mediterráneo. Me gustan las ensaladas con buena sustancia, matices, con historia, y este es un ejemplo perfecto. En la fórmula el pimentón se puede obviar y, si se quiere agregar algo de proteína, sugiero usar una buena ventresca o lomitos finos de atún.
INGREDIENTES
3 tazas de tomate maduro surtido (chonto pelado, uvalina, perlas…)
¾ de taza de cebolla cabezona morada cortada en julianas finas
3 tazas de pepino cohombro europeo sin semillas
1 taza de pimentón cortado en julianas
¾ de taza de aceitunas Kalamata
180 gramos de queso feta desmenuzado
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 cucharadas de vinagre de vino tinto
1 cucharadita de orégano seco
3 cucharadas de alcaparritas baby
Sal y pimienta negra del molino
PREPARACIÓN
Lave los tomates y córtelos en trozos uniformes. El pepino se debe pelar sacando tiras, una sí y una no; y luego se corta en medialunas. Luego, en un recipiente grande mezcle con los demás ingredientes y sirva de inmediato.