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En el sur del continente, donde la cultura del asado es una religión, cuando hablan de encender el fuego se vuelve un plan de poner todo lo que se pueda en la parrilla: desde el comienzo van chorizos, chinchulines, provoletas, choclos y vegetales, todo lo que servirá para picar mientras está la carne o como acompañamientos del asado. Así, se aprovechan las brasas y no se desperdicia ese calor fundamental y querido. La clave del buen asado está en el manejo del fuego. La regla dicta que no se debe asar con llama viva sino con el tizón, que se logra cuando la leña o el carbón ha bajado sus humos iniciales y así se consigue una mejor concentración del calor. Esto es importante, porque las carnes deben quedar a término, y nunca recocidas y rejudas, que es como a veces resulta el asado colombiano. En cambio, en Uruguay y Argentina el término es un mandato inviolable: si es medio tiene que ser medio, y punto. Los buenos parrilleros saben que la brasa se debe distribuir de forma que una zona de la parrilla tenga temperatura alta y otra media, para poder asar diferentes alimentos, como en el caso de estos vegetales que sirven de matrimonio ideal para las carnes.
INGREDIENTES (Para 4 personas)
3 berenjenas grandes cortadas a la mitad
2 zucchinis medianos verdes cortados a la mitad
2 pimentones grandes sin semillas y cortados en cuartos
Aceite de oliva
Vinagre de vino tinto
Sal
Para la marinada:
4 cucharadas de aceite de oliva
Orégano seco al gusto
Sal de ajo o ajo fresco
Ralladura de 1/2 Limón
Sal y pimienta negra
PREPARACIÓN
Mezcle los vegetales con la marinada y acomódelos sobre el fuego, a los lados de la parrilla, para que se asen a temperatura media, primero por el lado de la piel. Cuando estén listos, córtelos y marínelos con más aceite de oliva, vinagre de vino tinto y sal.