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Consuelo del triste, luz del desterrado

La euforia, inevitable en cualquier consagración, no se evidencia en sus palabras. Puede que la haya desfogado toda el miércoles anterior en el estadio de La Cocha de Latacunga, donde el Deportivo Quito puso fin a una sequía de títulos que no incluyó años sino décadas.

Fabián M. Rozo Castiblanco
06 de diciembre de 2008 - 10:00 p. m.

Léider Preciado también había esperado mucho ese momento, el de gritar, en lugar de goles, la palabra reservada para los mejores. Y ahora que por fin el campeón se dibujó en su boca y ese sueño cumplido le adelantó la Navidad, quiere más vueltas olímpicas y “si son con Santa Fe, mejor todavía”.

¿Ya se había resignado a no celebrar un título?

No, uno siempre debe tener sueños y el mío era ser campeón. Gracias a Dios lo logré con Deportivo Quito, un equipo que creyó en mí, pero ahora vienen otros más por realizar.

¿Cuál es la siguiente ilusión entonces?

Ser campeón con Santa Fe. Es algo que siempre he tenido en mi mente y en mi corazón y no voy a descansar hasta conseguirlo.

¿Por qué en Ecuador sí y en Colombia no?

Porque acá fue un trabajo en conjunto, mientras en Santa Fe cuando las cosas andaban bien era el equipo y a la hora de los malos resultados, me señalaban a mí o al entrenador, entonces para ser campeón se necesita de un colectivo que, la verdad, siempre faltó en Santa Fe.

¿Cuando habla de colectivo también incluye a los directivos?

Claro, y a algunos de Santa Fe, sobre todo a los que se alegraron con mi salida, les digo que el tiempo y mi Diosito me dieron la razón; yo no era la oveja negra de Santa Fe como creían, son muchas y lo peor es que varias están ahí todavía.

¿Lo del Quito se puede comparar con Santa Fe por tantos años sin dar una vuelta olímpica?

Son equipos similares, guardando las proporciones, porque la hinchada santafereña es mucho más grande, pero por ejemplo Quito fue el primer equipo de la capital en ser campeón de Ecuador, así que en ciertas cosas se parecen.

¿Se tendrá que esperar tanto?

Cuando haya sentido de pertenencia por la institución, como bien lo ha dicho ‘Pecoso’, y se cuente con gente que realmente la quiera y aprecie, ahí va a ser campeón. Uno no niega que también se juega por un sustento para darle bienestar a su familia, pero además de eso, también se debe entregar por la camiseta que quiere y cuando yo sea presidente de Santa Fe, ese será el requisito para todos los que quieran estar en el equipo.

¿Al hablar de presidencia ya cierra la opción de regresar como jugador?

No, yo quiero terminar mi carrera en Santa Fe y ser campeón con el equipo, esos son los grandes sueños que tengo y por los que sigo luchando.

¿Si lo llegasen a llamar para volver, renunciaría a la opción de jugar la Libertadores con Quito?

Nunca lo voy a pensar para volver, Santa Fe siempre será mi primera opción.

“Lo mejor fue ratificar al ‘Bolillo’”

Alejado de cualquier resentimiento y como el hincha que siempre ha sido, Calimenio es un convencido de que “Santa Fe va a poder ser campeón y Dios quiera que sea en 2009, porque tiene un gran técnico como es El Bolillo”.

Por eso, a la distancia aplaude el que lo “hayan ratificado, eso fue lo mejor, ya que es un buen entrenador y una persona que tiene todos los pergaminos para estar en la institución. Ahora hay que dejarlo trabajar, porque el problema no está en el banquillo”.

¿Entonces dónde? “En parte pueden ser los jugadores que una vez llegan a Bogotá, se vuelven conformistas, les falta mayor compromiso por la camiseta y ojalá cambien para que los resultados lleguen”.

Por Fabián M. Rozo Castiblanco

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