Publicidad

“La Fiscalía se quedó a mitad de camino”

El magistrado auxiliar de la Corte Suprema Iván Velásquez, estrella de las investigaciones de la parapolítica, habla en exclusiva para El Espectador después de que la Fiscalía archivara la investigación que se le abrió cuando el paramilitar condenado ‘Tasmania’ lo acusó de armar un supuesto complot contra el presidente Uribe.

El Espectador
09 de agosto de 2008 - 07:49 a. m.

Si hay alguien en Colombia a quien no le debería suceder nada malo en cuanto a su seguridad personal y a la de su familia, ése es el magistrado auxiliar de la Corte Suprema Iván Velásquez. En efecto, si algo le ocurriera el Estado entero quedaría en entredicho internacionalmente por la persecución personal, política y judicial que ha sufrido desde hace 10 meses, por cuenta de una denuncia pública que se formuló en su contra porque supuestamente estaría complotando contra el Presidente de la República.

A comienzos de octubre del año pasado el país se sorprendió cuando a través de un comunicado de la Casa de Nariño se dijo que un paramilitar preso conocido con el alias de Tasmania, aseguraba que el magistrado Velásquez y otra colega suya le habrían ofrecido beneficios de rebaja de pena a cambio de que acusara al Primer Mandatario de haber mandado matar a otro paramilitar detenido en una cárcel de Antioquia.

El magistrado negó las afirmaciones de Tasmania desde el comienzo, pero al parecer el Jefe de Estado estaba convencido de la veracidad de esa historia. Por eso, la Fiscalía inició averiguaciones sobre el caso hasta hace poco, cuando Tasmania decidió retractarse ante el ente investigador de su denuncia inicial. Como consecuencia de la retractación, pero también de las averiguaciones que se habían adelantado, el propio fiscal Iguarán salió en los medios a informar que no había existido ningún complot y que, por el contrario, se había tratado de armar un burdo montaje contra el magistrado. Al mismo tiempo el Fiscal General aseguró que el presidente Uribe había sido engañado.

Lo grave de este asunto es que en la mitad de las versiones contra Velásquez aparecieron mencionados personajes reconocidos: el ex senador Mario Uribe, Santiago Uribe, el hermano del Mandatario, el abogado de Tasmania, Sergio González, amigo y vecino de los dos primeros. Y el recientemente extraditado jefe narcoparamilitar conocido como el Tuso Sierra.

En esta entrevista exclusiva para El Espectador, el magistrado Velásquez se pronuncia por primera vez después de la decisión de la Fiscalía que lo favorece, porque se archivó la investigación. Pero contrario a lo que pudiera pensarse, se muestra insatisfecho y preocupado por nuevos montajes que estarían preparando contra él. Nada de esto sería tan relevante si no fuera porque él ha sido uno de los principales investigadores de la parapolítica. Como está sucediendo desafortunadamente en el país, los jueces están terminando arrinconados y desprestigiados por los rumores que se sueltan cada semana contra ellos, mientras los políticos investigados son defendidos como si fueran víctimas de la justicia.

Cecilia Orozco Tascón: ¿Con ocasión de cuál diligencia judicial conoció al paramilitar condenado cuyo alias es Tasmania?

Magistrado Iván Velásquez: La Comisión de apoyo de la Corte trabaja con un grupo de investigadores del CTI. En Antioquia, dos de estos funcionarios debían buscar fuentes para los casos que había pendientes allá. En esos días había llegado un anónimo a la Corte en el que se aseguraba que un detenido que había pertenecido al “Bloque Suroeste” de ese departamento podría tener mucha información sobre la parapolítica de la región. Como se ha hecho en todo el país, los investigadores realizaron las tareas de verificación y alguien en la Fiscalía les dijo que en vez del preso era mejor que entrevistaran a un tal Tasmania en la cárcel de Itagüí. Cuando lo contactaron, él pidió conversar primero con su abogado. Días después, el abogado llamó a preguntar por el tema de beneficios por colaboración. Entonces le informaron que eso sólo podía tratarse con los magistrados de la Corte. A través de esa investigadora se convino una entrevista de Tasmania y su abogado, conmigo y con una colega, magistrada auxiliar Luz Adriana Camargo. La cita se concertó para el 10 de septiembre en Medellín. El abogado de Tasmania resultó ser Sergio González.

C.O.T. ¿De qué hablaron en esa diligencia y por qué Tasmania mencionó al presidente Uribe?

M.I.V. Primero el detenido quería saber cuáles eran los beneficios que podía obtener si colaboraba. Le explicamos el contenido de las normas que establecen rebaja de una sexta a una cuarta parte de la pena.

C.O.T. ¿Él aspiraba a recibir beneficios de la Ley de Justicia y Paz?

M.I.V. Precisamente él quería ingresar a Justicia y Paz, pero le informamos que la Corte no podía intervenir en ese proceso porque los candidatos son postulados sólo por el Gobierno. Sin embargo, le dijimos que sí podía tener rebajas sobre su pena de 18 años. Preguntó por la seguridad suya y la de su familia. Le contestamos, como a todos los que nos hablan de ese tema, que hay un programa de protección de testigos en la Fiscalía. Finalmente Tasmania aseguró que no conocía nada sobre la parapolítica en el suroeste antioqueño y que sólo sabía de un problema del presidente Uribe con alias René...

C.O.T. ¿Cuál fue su reacción y la de la magistrada que estaba con usted?

M.I.V. Cuando Tasmania mencionó al Presidente le informamos que la Corte no tenía competencia sino respecto de congresistas en ejercicio. Yo le insistí en que dijera si sabía algo del suroeste antioqueño. Directamente le pregunté si conocía a Mario Uribe. Me contestó que era buena persona y muy correcto. Volví a interrogarlo: “¿Y al ‘Tuso’ Sierra?”. Respondió que no lo conocía y que sólo había sabido algo de él porque se había desmovilizado. Entonces le averigüé de dónde era y me contestó que de la población de Andes. Le repliqué que era raro que no supiera nada del Tuso porque él también era de Andes. Como Tasmania insistió en que no sabía nada, le sugerí a mi colega que nos fuéramos, pero el abogado González intervino para que los dejáramos hablar a solas con su cliente. Aceptamos y nos salimos durante unos 10 minutos.

C.O.T. ¿Qué pasó después?

M.I.V. González nos informó que su cliente sí estaba con ánimo de colaborar, pero que necesitaban tiempo para revisar apuntes, recordar fechas, etc. Me pidió mi número telefónico y dijo que nos llamaría una semana después. Nunca más volvió a aparecer.

C.O.T. ¿Recuerda la fecha en que ustedes se reunieron con Tasmania y el abogado González?

M.I.V. El 10 de septiembre del año pasado.

C.O.T. ¿Por qué le preguntó a Tasmania por Mario Uribe y por el Tuso Sierra?

M.I.V. Porque tanto Mario Uribe como Sierra son del suroeste antioqueño y esa era la región en la que operaba Tasmania cuando actuaba como paramilitar.

C.O.T. ¿En ese momento ya había indagaciones en la Corte sobre Mario Uribe?

M.I.V. Había una investigación previa, pero la entrevista con Tasmania no iba a tratar un solo tema específico, porque no se sabía respecto de quién o de qué hechos iba a prestar colaboración eficaz. Era sólo una actividad exploratoria. La cuestión de mi pregunta era que si Tasmania había sido paramilitar en el suroeste antioqueño, debía conocer lo que pasó allí.

C.O.T. Si no vio nunca más a Tasmania, ¿cuándo y por qué volvió a oír algo sobre él?

M.I.V. El 11 de septiembre, es decir, al día siguiente de la reunión en Medellín, porque el presidente Uribe me llamó.

C.O.T. ¿Para qué?

M.I.V. El Presidente me hizo preguntas relacionadas con Tasmania sobre hechos que yo no conocía. Fue una conversación de unos 20 minutos y en tono muy cordial, tal vez porque nos habíamos conocido a comienzos de los años 90.

C.O.T. Pero, ¿por qué el Presidente quería hablar de Tasmania?

M.I.V. Según me contó, había preocupación en Palacio y si recuerdo bien los términos que usó, indicó que porque se estaba diciendo que un tal Tasmania aseguraba que el Presidente le había suministrado armas para que atacara a otro paramilitar conocido con el alias de René. Yo le contesté que me parecía extraño porque el día anterior nos habíamos reunido una magistrada y yo con Tasmania, pero que él no había hablado de ese tema.

C.O.T. ¿Usted se preocupó por la llamada del Presidente?

M.I.V. Me pareció raro que me llamara porque hacía mucho tiempo que no teníamos contacto, pero no me preocupé sino 20 días después, cuando un investigador de la Fiscalía fue a mi casa. Fue el 2 de octubre. Me contó que le acababan de informar que en el despacho de la directora del DAS había un expediente contra mí basado en labores de inteligencia. Que me habían hecho seguimientos; que tenían datos muy completos con los nombres de toda mi familia incluidos los teléfonos, las direcciones y demás. Y me dijo que me estaban siguiendo porque yo me había involucrado en un complot contra el Presidente con un hombre al que le decían Tasmania. Me sorprendí muchísimo.

C.O.T. ¿Qué hizo cuando se enteró de los presuntos seguimientos del DAS?

M.I.V. Creí en la versión que me dio el investigador porque él no sabía nada sobre Tasmania, de manera que la coincidencia con lo acontecido 20 días antes lo hacía creíble. Al día siguiente había reunión ordinaria de la Sala Penal en donde rindo informes. Allí pedí que me dejaran comentar un asunto exclusivamente particular, pero que creía que afectaba también la función de la Corte y conté la historia. La Sala dispuso que se realizaran reuniones formales con el Fiscal y con el Procurador. Yo fui invitado por el presidente de la Sala a esas reuniones donde narré lo que había sabido el día anterior, lo relacionado con Tasmania y la llamada del Presidente. Los magistrados dijeron que las labores de inteligencia, que al parecer se me hacían, podrían considerarse como obstrucción de las actividades de la Corte y que por eso se trataba de una denuncia formal. El lunes siguiente, 8 de octubre, salió el comunicado de la Casa de Nariño, en el que se informaba que Tasmania aseguraba que yo le había ofrecido beneficios a cambio de que acusara al Jefe de Estado. Así estalló el escándalo.

¿Relaciones de amistad?

C.O.T. ¿Cuándo se da cuenta usted de que Sergio González, abogado de Tasmania, quien estuvo en la reunión de Medellín, era amigo o conocido de Mario Uribe y vecino del hermano del Presidente, Santiago Uribe?

M.I.V. Inicialmente supe que González también era el abogado del Tuso Sierra y caí en la cuenta de que desprevenidamente yo le había preguntado a Tasmania sobre Sierra delante de él. Después me enteré de que ese mismo abogado tenía oficina en el edificio donde está el despacho de Mario Uribe en Medellín. Luego, en una entrevista para El Tiempo, Santiago Uribe reconoció que el abogado González es su vecino de finca. Más adelante una persona afirmó que Sierra era pariente de la esposa de Mario Uribe, y otra también contó que la tía del mismo Sierra era la cuñada de Mario Uribe y que ella era la notaria 23 de Medellín. Todo se fue sabiendo.

C.O.T. ¿Se constató judicialmente que esas relaciones de parentesco entre Mario Uribe y el Tuso Sierra fueran ciertas?

M.I.V. No sé si en la indagación previa que adelantó la Fiscalía en la denuncia que se formuló contra mí se hicieron comprobaciones de esa naturaleza. Lo que sí sé es que la Fiscalía entrevistó a Mario Uribe, a Santiago Uribe, al abogado Sergio González, a Tasmania y a personas que trabajan en el edificio donde están las oficinas de ellos. También sé que se comprobó que efectivamente esas oficinas existían. De otro lado, en una entrevista muy reciente con El Espectador, Santiago Uribe admitió que ha compartido su oficina con Mario Uribe desde hace muchos años.

C.O.T. ¿Es decir que Mario, Santiago Uribe y el abogado del Tuso y de Tasmania eran vecinos de oficina y finca?

M.I.V. Sí. De mis citas en la Fiscalía deduje, además, que después de la reunión que sostuvimos la magistrada y yo con Tasmania y el abogado González, éste fue a encontrarse con Mario Uribe, pues el Fiscal me hizo la siguiente pregunta: “¿Usted sabe qué conversaron Sergio González y Mario Uribe el 10 de septiembre en horas del mediodía?”. A esa pregunta contesté que yo ni siquiera sabía que ellos se habían encontrado.

Versiones encontradas

C.O.T. ¿Cree que el montaje contra usted, tal como lo denominó la Fiscalía, tiene que ver con los procesos de la parapolítica que usted investiga?

M.I.V. Desde el principio intuí que este caso tenía que ver con las investigaciones que se estaban adelantando en la Corte.

C.O.T. ¿Específicamente habla de las investigaciones contra Mario Uribe?

M.I.V. Al menos es raro que la carta de Tasmania al Presidente tenga la fecha del 11 de septiembre, pero que sólo se conociera en Palacio el 2 de octubre. Si la carta trataba de algo tan grave como un complot contra el Presidente, ¿cómo y por qué se la iban a guardar? También es raro que en la mitad de esas fechas, es decir, el 26 de septiembre, Mario Uribe haya sido llamado a rendir indagatoria, precisamente el día en que el Primer Mandatario llamó al presidente de la Corte Suprema para informarle de mi supuesto indebido comportamiento. ¿Qué pudo motivar la denuncia contra mí? Sergio González es el abogado de Tasmania y del Tuso Sierra; el Tuso tiene relación con Mario Uribe y a éste le abren una investigación en la Corte. Todo parece coincidir.

C.O.T. ¿Cree que existe alguna relación entre el caso de Tasmania y lo que sucedió después con el magistrado Valencia?

M.I.V. Es probable que haya alguna vinculación, pues hay informaciones contradictorias. De acuerdo con unos derechos de petición que el doctor Ramiro Bejarano contó en su columna que le contestaron la directora del DAS y al doctor Bernardo Moreno (secretario general de la Presidencia), a este funcionario una persona sin identificar lo habría llamado el 29 de septiembre para informarle que había un documento —la carta— de interés nacional para recoger. El doctor Moreno le habría pedido a la directora del DAS que lo recogiera; la directora del DAS ha reconocido que el 30 de septiembre mandó por el documento en la mañana de ese día, y en la tarde se lo llevó al Presidente. Eso significaría que el Mandatario apenas conoció la carta el 30 de septiembre. Si esa es la verdadera sucesión de los acontecimientos, ¿cómo hizo el Presidente para preguntarle al magistrado Valencia por la supuesta conducta irregular mía con Tasmania el 26 de septiembre? Además, Santiago Uribe dice que se enteró de todo esto el 11 de septiembre y que la carta fue traída a Bogotá por Mario Uribe o por José Obdulio Gaviria. ¿Cuál carta fue entonces la que mandó a recoger la directora del DAS el 30 de septiembre?

C.O.T. En conclusión, usted piensa que alguien está mintiendo.

M.I.V. Sí, alguien miente.

C.O.T. ¿Quién?

M.I.V. Eso es justamente lo que debería averiguar la Fiscalía.

C.O.T. Creo entender que está inconforme con la actuación de la Fiscalía a pesar de que archivó la investigación contra usted. ¿Es así?

M.I.V. Sí, porque se quedó a mitad del camino, para no hablar de la falta de valoración de los elementos que recogió. Quiero mencionar sólo uno muy importante: como fui autorizado por el fiscal delegado para estar presente en la entrevista que los investigadores del CTI le hicieron a Tasmania cuando se retractó de sus acusaciones contra mí, oí que él ratificó, tal como me lo había dicho a mí antes, que todo lo que hizo fue de acuerdo con “los señores”.

C.O.T. ¿A quiénes se refería con ese término?

M.I.V. Los investigadores se lo preguntaron. Él contestó que cuando el abogado González hablaba de “los señores” se refería a Mario Uribe y a Santiago Uribe. Ese hecho ni siquiera está mencionado en la providencia de la Fiscalía.

C.O.T. ¿Esa es una declaración formal de Tasmania?

M.I.V. Está en la entrevista que Tasmania rindió ante los investigadores del CTI comisionados por el fiscal delegado ante la Corte.

C.O.T. ¿Por qué ese paramilitar y el abogado podían querer hacer un montaje contra usted?

M.I.V. Había una organización criminal en ese montaje. Y no solamente de Sergio González y Tasmania. ¿Cuál era su interés? Hay una desafortunada situación en todo y es que muchos procesados han dirigido sus odios contra mí como si yo fuera el autor del proceso de la parapolítica y como si el centro de las investigaciones fuera yo. Existe un propósito evidente de hacerme daño de una parte. De la otra, también está el propósito de deslegitimar las investigaciones de la Corte, que fue lo que sostuve desde el primer día.

C.O.T. Sigo sin entender por qué Tasmania tendría interés en participar, primero, en un complot en su contra, y después en retractarse y favorecerlo.

M.I.V. Lo primero fue motivado por lo que le iban a dar, según le prometieron: 400 millones de pesos, una casa para la mamá, vincularlo a la Ley de Justicia y Paz y trasladarlo al patio de los detenidos de esa ley, como en efecto lo hicieron.

C.O.T. ¿Lo trasladaron al pabellón de Justicia y Paz después de su declaración contra usted?

M.I.V. Sí. Lo pasaron el 1° de octubre. Y, ¿por qué se retractó? La explicación que él da es que ha tenido el presentimiento de que lo van a matar. Además la retractación se produce después de la extradición del Tuso Sierra. Uno podría pensar que cuando extraditaron al Tuso, Tasmania se sintió liberado, o bien, se sintió atemorizado porque ya no tenía la protección de su amigo.

Situación personal delicada

C.O.T.- A pesar de que el caso “Tasmania” terminó a su favor, ¿cree que su futuro profesional está comprometido por las implicaciones políticas que tiene?

M.I.V.- No podría decirlo. Con el tema de la parapolítica he tenido la sensación de que hay sectores del Gobierno y en general del Estado, interesados en que las investigaciones no continúen.

C.O.T.- ¿Llegará usted a ser magistrado principal de alguna de las cortes?

M.I.V.- En la última elección de magistrados de la sala penal de la Corte, el Consejo Superior de la Judicatura no me postuló. ¿Cuál fue la razón? No sé.

C.O.T.- ¿Está vencido?

M.I.V.- Vencido no. La prueba es que continúo con mi trabajo a pesar de lo que ha pasado y de nuevos intentos que han surgido para armarme otros montajes. Sé de denuncias que han formulado ante la Fiscalía contra mí personas como Álvaro Araújo y Nancy Patricia Gutiérrez.

C.O.T.- ¿El complot contra usted sigue?

M.I.V.- No digo que esas quejas sean parte de un complot. Son expresiones que se podría decir que son válidas, de personas atemorizadas con que se les pueda abrir una investigación.

C.O.T.- ¿Está preocupado por su seguridad y la de su familia?

M.I.V.- Sí. Hay informaciones que yo creo ciertas, como las que tuve en octubre pasado sobre actividades del DAS contra mí. Se me ha dicho que pretenden poner individuos a que me graben.

C.O.T.- ¿Ha pedido medidas cautelares?

M.I.V.- En este momento se encuentra la solicitud hecha en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Por El Espectador

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar