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El ex ‘para’ que llegó a una alcaldía

El alcalde reelecto de Yalí, Antioquia, tiene dos retos: sortear su reciente pasado paramilitar y superar la crisis económica más difícil en la historia del pueblo.

Redacción Judicial
22 de enero de 2008 - 02:14 p. m.

La comunidad, reunida en la escuela de la vereda El Briceño de Yalí —pueblo del nordeste de Antioquia—, escuchaba atenta al hombre que les hablaba al frente del corrillo. Escuchaban, sin interrumpir, a Óscar Mira, alcalde del municipio durante el período 2001-2003, integrante del grupo paramilitar Héroes de Granada entre 2004 y 2005, y en ese momento (en la campaña electoral para los comicios de 2007) nuevamente candidato a la alcaldía.

Su voz no era muy fuerte, pero se robaba la atención de todos cuando aseguraba: “Sí, estuve en las autodefensas, pero en la parte política. Nunca toqué un arma, ni asesiné, ni desplacé, ni extorsioné”. El mismo discurso se escuchó en las 26 veredas y en la zona central del pueblo.

Los habitantes de Yalí lo escucharon y le entregaron de nuevo la administración del pueblo —cuenta Mira— porque sabían que su incursión en las autodefensas era una asunto de sobrevivencia. Estaba amenazado por el grupo paramilitar Bloque Metro, y para que no lo mataran, dice, se amparó bajo el manto del ex comandante Diego Fernando Murillo, alias Don Berna.

Así justifica su participación durante un año y medio en el bloque Héroes de Granada: “Primero busqué protección en el Gobierno, pero no recibí respuesta”. En enero de 2004, ya refugiado en Medellín, después de que le advirtieran “váyase de Yalí que lo van a matar”, ‘Don Berna’ lo contactó porque quería saber cuál era su problema con el Bloque Metro.

“Me tenían amenazado porque no les permití que le metieran la mano al presupuesto del municipio. La orden era darme de baja cuando saliera de la alcaldía”, dijo Mira. Entonces Don Berna le ofreció “una protección desinteresada. Nos reuníamos permanentemente. Yo los asesoraba en cuestiones políticas. Así empecé a hacer parte de ellos. Daba capacitaciones en las comunidades sobre derechos fundamentales”.

Él, que había sorteado en otras cuatro ocasiones amenazas de grupos armados, sabía que para sobrevivir tenía que buscar el respaldo de una “fuerza” más poderosa que lo amparara.

Pero en Yalí circulan otros rumores sobre su huida: “El pasado de Óscar Mira no es muy claro. En el pueblo se habla de sus enredos con grupos de la izquierda. Él es un hombre beligerante, inconforme. Sin embargo, reconozco que tiene una gran capacidad administrativa”, explica el ex alcalde de Yalí, Raúl Roldán.

El rumor del alcalde guerrillero en sus años mozos es desmentido por Mira. “Cuando era joven sí protestaba y marchaba —dice—, pero nunca desde las filas de la guerrilla”. También asegura que la única vez que vistió un camuflado de un grupo ilegal fue en agosto de 2005, durante el proceso de desmovilización del bloque Héroes de Granada. Por petición de Don Berna, asegura, fue uno de los intermediarios en el proceso. De esa participación dice que “fue un trabajo bonito y una de las experiencias más importantes de mi vida”.

Mira se desmovilizó como uno más de los comandantes políticos de ese grupo. Su imagen, vestido de camuflado, bajo la sombra de Don Berna, llegó a Yalí a través de los medios de comunicación. Esta vez los rumores del alcalde paramilitar se convirtieron en verdades.

Óscar Mira volvió a Yalí a principios de 2007 para contar su versión de la historia, como candidato para las elecciones de alcalde. “Mis opositores políticos pensaron que no iba a tener suficiente valor para volver, pero regresé para mostrarle a la gente que habíamos contribuido a la paz del país y que mi estadía en las Auc correspondió a la coyuntura. También sostuve que si me tocaba volver lo haría, pues no me arrepiento de haber estado al lado de Don Berna, porque conocí su cara humana. No es el monstruo que pintan. Si el país conociera qué hay en el corazón de ese señor lo pondrían en un sitio muy distinto”.

 Mientras recorría Yalí con este discurso, la oposición difundía su inconformismo con el candidato desmovilizado a través de pasquines donde recalcaban su reciente pasado paramilitar. Mira fue elegido alcalde con 939 votos (según el último censo, Yalí tiene 7.200 habitantes). “Para recuperar lo que fuimos y reconstruir lo que seremos”, rezaba su campaña, que no contó con el aval de ningún partido político; entonces se lanzó como candidato independiente. El segundo lugar lo ocupó Norberto Piedrahíta, con 810 votos.

“La misión es recuperar la gobernabilidad y resolver la crisis económica en la que estamos. Tenemos una deuda de 3.390 millones de pesos, cuando nuestro presupuesto anual es de 3.200 millones”, concluye Mira. Yalí, el pueblo que durante muchos años fue acallado por la violencia, sigue aguardando silencioso que se hagan realidad las promesas de Mira, el primer alcalde desmovilizado en el país.

Por Redacción Judicial

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