La verdad es que a la mejor nadadora del país, quien durante el último año consiguió 22 récords nacionales, es difícil sacarla de las piscinas, pues el deporte, además de su pasión, es su vida.
“Desde muy chiquita mis padres me apoyaron. Primero practiqué baloncesto, voleibol, tenis de mesa y ajedrez, hasta que, como a los nueve años de edad, llegué al complejo acuático y me encantó el agua”, cuenta la ‘sirena’ colombiana, quien a pocos días de cumplir 21 años participará en la prueba de los 100 metros espalda de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Claro que de niña no imaginó que llegaría tan lejos, aunque a los 11 años ya representaba a Antioquia y era convocada a su primera selección de Colombia. “Ahí sí entendí que la cosa iba en serio, que no era solamente un juego”.
Y desde ese momento se propuso ser la mejor, algo que dejó en claro en los Juegos Nacionales de 2004, en Bogotá, en donde se colgó cinco preseas doradas. “Sí, podría decirse que esa fue mi presentación oficial”, recuerda Carolina, hoy estudiante de negocios internacionales de la Universidad de Medellín.
Esta semana, la nadadora paisa viajó a Brasil, en donde intentará lograr el cupo a Olímpicos en la prueba de los 100 metros mariposa. Después irá a Estados Unidos para participar en dos campeonatos internacionales. “Allí, como en Beijing, las principales rivales serán las gringas, las australianas, las francesas y las italianas. Competir contra ellas es muy bueno, porque a uno lo exigen mucho”, explica la colombiana.
Con madurez y seguridad, Carolina acepta que, como todos los deportistas, ella sueña con una medalla olímpica, pero para ser realista, con llegar a la semifinal y mejorar sus registros quedaría satisfecha. “Allá es muy difícil, el nivel es demasiado alto”, admite con algo de resignación, aunque aclara que está muy joven y que iniciará el nuevo ciclo olímpico para los juegos de Londres 2012, porque “uno nunca sabe. Hace ocho años veía imposible ir a Beijing y lo logré, así que nada se puede descartar”.
Fuera de las piletas, la vida de Carolina es casi tan intensa como dentro de ellas. Vive a mil, de su casa al entrenamiento y de allí a la universidad. Por eso, cuando está en su hogar aprovecha para dormir y ver películas.
“Todas mis actividades giran en torno a la natación, pero aspiro a graduarme en un par de años y montar mi propia empresa, porque en Colombia uno no vive del deporte, así tenga patrocinadores y gente que lo ayude, como a mí”, argumenta Carolina, quien a propósito lucirá en Beijing el famoso y polémico traje LZR Racer de la marca Speedo, que según ella “nos hace volar en el agua”.