Los problemas de movilidad de la vía Bogotá-Villavicencio es una historia recurrente de cada invierno, que si bien ha mejorado con la modernización de la carretera, sigue causando problemas como los que viven los habitantes de Villavicencio desde hace cinco días. A tal punto, que están ad portas de quedarse sin gasolina y sin alimentos.
Las tareas del concesionario Coviandes no han sido inferiores a su responsabilidad, pero las fuertes lluvias se han convertido en el peor obstáculo de los 320 transportadores, que desde las 10 de la mañana del pasado viernes, esperan que el ingeniero jefe de la vía dé la orden para reiniciar su viaje y poder cumplir con la entrega de alimentos y mercancías, que desde el momento del derrumbe han estado a la deriva a lo largo de cinco kilómetros. Al cierre de esta edición, los transportadores esperaban la apertura de la carretera, lo cual permitirá solucionar el problema de los alimentos y los combustibles a los habitantes de Villavicencio y Bogotá.
El gerente de Coviandes, Héctor Alvarado, explicó que si el clima los favorece, la vía podría habilitarse, con paso restringido, para toda clase de vehículos este miércoles en las horas de la tarde.
Para el supervisor de la concesión, Henry Vergara, señaló que la avalancha de la quebrada Estaquecá afectó una de las cuatro columnas del puente, por lo cual éste deberá ser sometido a una rehabilitación con fibra de carbono.
Son más de US$500 millones los que se han invertido en esta carretera en los últimos años, sin embargo son muchos los problemas que se deben resolver y que podrían quedar superados con la ampliación a doble calzada, obra que ya se inició.
Para el gobernador del Meta, Darío Vásquez, el departamento no puede generar una expectativa económica y cumplirla si la vía se cierra cada vez que cae un aguacero fuerte. Se calcula que el cierre de la carretera genera pérdidas de $1.500 millones diarios.
El funcionario pidió al concesionario adoptar medidas para evitar este tipo de problemas, que ya habían ocurrido y que se volvieron a repetir.
Entre tanto, miles de personas que necesitan viajar por obligación entre Bogotá y Villavicencio ahora tendrán que recorrer una vía en malas condiciones que eleva el costo de los pasajes y a los transportadores, pues el recorrido pasa de 90 minutos a 10 ó 12 horas, esto para el transporte de vehículos livianos. Ahora bien, los de carga tendrán que transitar la ruta bicentenaria que utilizaron los llaneros de Bolívar para llegar al Pantano de Vargas. Los camiones que movilizan hasta 52 toneladas podrán usar la vía Tunja-Paipa-Duitama-Sogamoso-Pajarito-Aguazul-Tauramena-Monterrey-Aguas Claras-Villanueva-Maya-Paratebueno-Cumaral-Restrepo-Villavicencio.
De acuerdo con el ex presidente de Fendipetróleo del Meta y Llanos Orientales, Pedro Ruiz, el consumo de gasolina en Villavicencio es de 2,2 millones de galones diarios, los cuales llegan en 350 carrotanques. De mantenerse el bloqueo, el suministro se suspendería en las próximas horas y, en todo caso, si la combustible llega por otra vía, su valor se incrementaría entre $400 ó $500.