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Cuando la vida pende de un cordón

En Colombia existen tres bancos especializados en congelar células extraídas del cordón umbilical. Madres que optan por embarazarse para conseguir células que sirvan a uno de sus hijos con leucemia. En clínicas y tiendas de regalos para bebés se ofrecen planes para congelar células.

Sandra Cardona/ Especial Caracol Noticias
18 de junio de 2008 - 08:21 p. m.

Mientras en Bogotá una madre llora porque su hijo murió una semana antes de ser sometido a un trasplante de células madre, en Cali otra agradece la posibilidad que le dio la ciencia de salvar la vida del suyo utilizando células extraídas del cordón umbilical durante el parto de su segundo hijo.

Alrededor de la utilización de células madre hay un sinnúmero de polémicas éticas y científicas, pero también historias de felicidad por su aplicación en el campo de la medicina y una gran expectativa por lo que puede llegar a significar en el tratamiento de enfermedades.

Íngrid Franco, una bogotana en su séptimo mes de embarazo, ha depositado sus esperanzas en esta revolucionaria técnica. Espera a su segunda hija, y confía en que las células madre que los especialistas  extraigan del cordón umbilical, sean suficientes para trasplantarlas a su hija mayor, quien sufre de leucemia.

En Colombia hay un gran número de mujeres que se ha embarazado para tratar de salvar a sus hijos mayores con un trasplante de células. Este no es el caso de Íngrid:  “Yo no estaba pensando en tener otro hijo. Es más, continuaba planificando. Sin embargo, 27 días después de conocer la enfermedad de mi pequeña supe que estaba embarazada. Estoy segura de que Dios me mandó este nuevo hijo para darme la posibilidad de ayudar a Luisa a través de su hermanita”.

La ansiedad aumenta con los días para Luisa. Nada garantiza que las células de su niña menor sean compatibles con las de la mayor, o que se logren obtener las necesarias para la intervención.

Andrés Villegas, jefe de laboratorio de Cordón de Vida, banco en el que se congeló la primera muestra de células madre extraídas en el país, explica que el número que se almacena de estas células es difícil de predecir:  “Hay un cierto grado de incertidumbre respecto a las muestras; nadie puede garantizar el volumen”. Algunos de los factores que determinan el éxito del procedimiento están relacionados con el tamaño de la placenta, la edad de la paciente o si se trata o no de un embarazo prematuro.

Claribed Escobar, una madre que se embarazó para tratar de salvar la vida de su hijo al que le diagnosticaron leucemia linfoide aguda, no corrió con suerte. “Fue muy difícil pensar en otro bebé”, dice Claribed, “la oncóloga de mi hijo insistió mucho


en que encargáramos un bebé para contar con la posibilidad de un trasplante. Siempre me negué porque no quería pasar de nuevo por todo el sufrimiento que he tenido con mi hijo. Me daba miedo que heredera la misma enfermedad”.

Finalmente, Claribed se animó a quedar embarazada una vez más. El procedimiento de extracción de células fue detalladamente coordinado con su ginecoobstetra. Pero las cosas se complicaron. “Después del parto, el médico me aseguró que todo había salido bien. Pero no fue así. Del banco donde se congelan estas células llamaron para decirme que el procedimiento habían fracasado”.

Claribed, que incluso recurrió a un préstamo y a la solidaridad de amigos para costear el procedimiento, quedó destrozada.

El doctor Alejandro Montoya, gerente de uno de los tres bancos de células madre que operan en Colombia, explicó lo que sucede en casos como el de Claribed: “La muestra de células se toma de la sangre remanente en el cordón umbilical. Lo que sucedió con Claribed fue simplemente que no se logró una muestra suficiente para intentar trasplante”. Montoya descarta que estas células se pierdan porque existe un mercado negro.

Por lo pronto, Claribed se dedica a rezar y a dar esperanzas a su hijo para que siga luchando. Recuerda que cuando Fabián se enteró que no podría ser sometido al trasplante se puso a llorar. “Mi hermana estaba ahí y  le dijo –tu nunca las vas a necesitar, vas a estar bien. Eso es lo que nos ha dado valor: pensar en que con la ayuda de Dios mi niño no las va a necesitar”.

Horario extendido

En Redcord, uno de los tres bancos de Colombia, Emilio tiene almacenados 210 millones de células madre. Su mamá decidió guardarlas. Sabe que en ese ahorro podría estar la solución si algún día Emilio padece alguna enfermedad para la que la ciencia no tenga solución. “Persona precavida vale por dos. La ciencia apenas está descubriendo las múltiples utilidades de estas células”, comenta la madre de Emilio.

Explica el doctor Alejandro Montoya, que estos bancos funcionan como un plan de servicio de telefonía celular: “La congelación cuesta un dinero que es como comprar el teléfono celular; lo siguiente que compra el cliente es tiempo, como los minutos de un celular. Cada quien decide si quiere congelarlas por tres años, seis, nueve o dieciocho. Si se vence un plan puede comprar más tiempo”. 

Quien no tenga células almacenadas cuenta con una última alternativa. Los bancos de células públicos. En Colombia aún no existe ninguno de estos, pero en otros países ya se ofrece este servicio. Incluso a través de páginas de internet, los clientes pueden corroborar si en estos bancos están depositadas células madre que puedan ser compatibles con las suyas.

Una vez una persona manifiesta su interés por congelar las células y ha adquirido el kit para que el médico las recoja, éstas son trasladadas al banco donde son sometidas a un proceso de congelación para garantizarles la vida.

Es tal el boom de este tipo de entidades, que ya hay incluso ejecutivos de cuenta encargados de llamar a clientes potenciales o de abordarlos en entidades de salud para ofrecerles los beneficios de guardar lo que ellos denominan “el tesoro de la vida”.

También a través de almacenes de regalos para bebés se realiza el mercadeo del procedimiento.


¿Qué son las células madre?

Especialistas de la Universidad de Navarra, España, explican que las células madre (CM) son células que mantienen en mayor o menor grado su capacidad para convertirse en células especializadas de un órgano o tejido adulto. Son como las células que están en el brote de una rama en un árbol: a partir de ellas se desarrollarán todos los tipos de células de la rama; pero ellas no son más que células iniciales especializadas en producir otras que son, éstas sí, especialistas en las funciones del organismo.

Hay CM en diferentes fases del crecimiento (CM embrionarias y CM adultas) y en diferentes tipos de órganos y tejidos de nuestro cuerpo (las más conocidas son, sin duda, las CM de la médula ósea, que están produciendo los diferentes tipos de células sanguíneas constantemente). La utilización de CM en terapia consiste, de forma muy simplificada, en tomar una CM, implantarla en el órgano o tejido correspondiente e inducirla para que se transforme en el tipo de célula especializada deseada. Así, por ejemplo: tomar una CM, insertarla en el páncreas e inducirla para que produzca la insulina ausente en los pacientes diabéticos.

Un caso exitoso

Todas las mujeres que están considerando congelar células madre por razones médicas, sueñan en poder contar una historia como la de Rosana Perdomo quien salvó la vida de Esteban al proveerle células madre extraídas de un segundo hijo en el momento del parto.

El transplante se realizó el 6 de julio de 2005 en una clínica de Cali con las células congeladas y almacenadas por Redcord. “El niño fue sometido a quimioterapia de altas dosis y fue entonces cuando se transfundieron las células del cordón umbilical de su hermanito. Aproximadamente a los tres meses, Esteban comenzó a producir nuevas células en su médula ósea y después de un año y medio, ya llevaba una vida sana, libre de leucemia.

Cada vez que Rosana ve a Esteban, quien ya tiene 8 años, le agradece a la vida y a la ciencia la posibilidad de ser testigo de lo que ella considera fue el renacimiento de se hijo gracias a ese trasplante.

“Le doy  gracias a Dios, por todos los avances de la medicina, por todos los médicos que lo trataron y por haberme dado la posibilidad de tener unas células madre congeladas. Fue una experiencia que me enseñó mucho, muy gratificante, muy bonita, muy dolorosa pero muy linda”.

Por Sandra Cardona/ Especial Caracol Noticias

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