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Cerco y rumores en Tomachipán

Alrededor de este corregimiento de El Retorno (Guaviare) se estrecha cerco militar ordenado por el presidente Uribe. En la zona están cautivos políticos a punto de ser liberados por las Farc.

Enrique Rivas
22 de febrero de 2008 - 06:57 p. m.

Desde hace tres semanas los ojos del país están clavados sobre Tomachipán, un pequeño pueblo de 400 habitantes ubicado a 160 kilómetros de San José del Guaviare, desde donde llegan diariamente noticias de la guerra, de la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, de los cuatro políticos que las Farc ofrecieron entregarle al presidente venezolano Hugo Chávez y del cerco de las Fuerzas Militares a varios frentes de la  guerrilla de las Farc.

Hasta hace tres años, este diminuto pueblo cocalero ni siquiera figuraba en el mapa de Colombia, aunque tenía aprobación de la Aeronáutica Civil para  un pequeño aeropuerto. Sin embargo, desde hace algunas semanas se habla mucho de Tomachipán, porque no sólo llegan reportes de familias desplazadas sobre intensos combates, sino también comentarios del Ministro de Defensa en torno a que en esta región están los secuestrados que las Farc quieren liberar.

Tomachipán es un corregimiento de El Retorno (Guaviare) y en una de sus veredas, La Paz, el pasado 10 de enero fueron entregados por las Farc los secuestrados Consuelo González de Perdomo y Clara Rojas. Hoy la zona es escenario de guerra, pero también de conjeturas y rumores sobre los demás cautivos. Entre ellos, la propia ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, secuestrada desde el 23 de febrero de 2002, es decir, exactamente hace seis años. 

El Espectador  recorrió la región para constatar los avances y retrocesos de la confrontación armada y verificar cómo se estrecha el cerco de las Fuerzas Militares a varios frentes del Bloque Oriental de las Farc. Y escuchando a los campesinos, surgió la versión de que en días pasados vieron a Íngrid Betancourt en Tomachipán, fuertemente custodiada por guerrilleros, pero con el propósito de que fuera atendida en un puesto de salud. Según los labriegos, “después se fueron con ella a través de Caño Grande con rumbo desconocido”.

“Eso fue como hace tres semanas. Hubo una movilización grande de guerrilleros y entre ellos iba la candidata Betancourt. La atendieron en el puesto de salud y luego se la llevaron”, sostuvo un desplazado que hoy deambula por las calles de San José del Guaviare. La versión fue conocida por la Defensoría del Pueblo y funcionarios de Acción Social de la Presidencia, pero nadie ratifica en público quién atendió a la ex candidata presidencial y en qué condiciones estaba cuando pasó por Tomachipán. 

Lo cierto es que, según los campesinos desplazados de Tomachipán, cuyo número ha venido creciendo significativamente en las últimas horas, días después de la movilización guerrillera se vino una gigantesca operación militar en la vereda La Paz y el corregimiento de Tomachipán. La propia Acción Social, en comunicado del 7 de febrero admitió que en áreas rurales del municipio El Retorno se estaban presentando confrontaciones entre el Ejército y el frente 7 de las Farc,  con el consecuente desplazamiento de 12 familias.

Más noticias

El jueves pasado, el ministro de Defensa Juan Manuel Santos sostuvo que los ex parlamentarios Gloria Polanco de Losada, Orlando Beltrán Cuéllar, Luis Eladio Pérez y Jorge Eduardo Gechem, quienes supuestamente van a ser liberados próximamente por las Farc, están cautivos cerca del lugar donde fueron entregadas  el 10 de enero Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo. Es decir, en el epicentro de Tomachipán, la misma zona advertida por Acción Social como afectada por los combates.

Según el ministro Santos, los cuatro políticos que serán liberados por las Farc hoy están bajo el cuidado del guerrillero conocido como Asdrúbal,  el mismo jefe de las Farc que hizo entrega de Clara Rojas y Consuelo González de Perdomo a la senadora Piedad Córdoba, el ministro del Interior de Venezuela Ramón Rodríguez Chacín y una delegación de la Cruz Roja Internacional. Sin embargo, Santos aclaró que no habrá rescate militar, pero se mantendrá el cerco en la zona donde están los secuestrados sin que ello signifique que se pueda entorpecer la entrega de los cuatro plagiados.

Los temores

Aún así, los familiares de los secuestrados expresaron el viernes pasado su miedo ante un eventual rescate por la fuerza, por lo que le insistieron al Gobierno para que suspenda las operaciones militares en la zona donde están los rehenes. A esta solicitud se sumó el ex esposo de Íngrid Betancourt, Fabrice Delloye, quien sostuvo que “no solamente Colombia, sino el mundo entero saben muy bien que si hay un rescate por la fuerza, es la muerte anunciada de todos los secuestrados” .

Y es que a pesar de las insistentes palabras de tranquilidad que ha expresado el Gobierno, los defensores del acuerdo humanitario temen que se pueda frustrar la entrega del resto de secuestrados que se encuentran en la zona. Un clamor que a la vez culminó en el cuestionamiento que hizo el ex presidente Ernesto Samper, quien aseveró que el ministro Santos había cometido una “irresponsabilidad” al anunciar que el Ejército tenía ubicado el sitio donde estaban los políticos próximos a liberar.

Es por eso que Tomachipán, en el centro del departamento del Guaviare, se ha convertido en el centro de atención de todo el país, pues es allí donde comenzarían a abrirse nuevas esperanzas para poner fin al drama de los 44 políticos, militares y asesores estadounidenses que se encuentran en poder de la guerrilla de las Farc.

Por Enrique Rivas

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