
En Tibú, en el Catatumbo, el precio de la hoja de coca ha bajado más de un 40 por ciento.
Foto: María Camila Morales López
Independientemente del motivo, la crisis sin duda será temporal, ya que la demanda mundial de cocaína se mantiene fuerte. El gobierno colombiano, y los gobiernos donantes y aliados, incluyendo a Estados Unidos, deben aprovechar esta ventana de oportunidad antes de que se cierre. La crisis humanitaria crea la oportunidad de restablecer una presencia gubernamental civil en áreas donde los grupos armados, la inseguridad y el hambre son prevalentes.
Por Adam Isacson

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