Ellas soñaban con sanar sus dolores. Unas anhelaban recuperar el deseo de vivir o de superar la soledad, y otras simplemente curar anomalías físicas o enfermedades letales. Por eso, acudieron adonde el supuesto taita Édgar Orlando Gaitán Camacho, autodenominado “mesías”, quien se aprovechó de la fe de algunas de estas mujeres para agredirlas sexualmente. Todavía no existe una cifra exacta sobre el total de víctimas de este hombre de sesenta años, pero se estima que puede pasar de cien, la mayoría asentadas en Cundinamarca, Antioquia y Meta....
Por Pilar Cuartas Rodríguez
Periodista y abogada. Coordina la primera sección de “género y diversidad” de El Espectador, que produce Las Igualadas y La Disidencia. También ha sido redactora de Investigación. @pilar4aspcuartas@elespectador.com