/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/S4PS3NL765GIPEXM45R5CNTPFY.jpeg)
Vicky Hernández fue asesinada el 28 de junio de 2009 en San Pedro Sula, Honduras. Era toque de queda, en medio de un golpe de Estado que llenó las calles con militares y excedió su fuerza. Ella estaba en la vía pública, junto a dos amigas, cuando una patrulla de policía habría intentado arrestarlas obligándoles a correr. Al día siguiente Vicky fue hallada sin vida con heridas por arma de fuego. Doce años después de su homicidio nadie sabe quién la mató y el caso permanece impune. (Carolina Boetti, la primera trans reparada por culpa de la dictadura argentina)
Por eso la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) notificó esta semana la decisión en la que declara al Estado de Honduras responsable por violar sus derechos, entre ellos la vida, el reconocimiento a la personalidad jurídica y el nombre, pues las autoridades siempre se refirieron a Vicky como un hombre, pese a que era una mujer. (Día del Orgullo 2021: nos siguen violentando | La Disidencia)
/s3.amazonaws.com/arc-authors/elespectador/0aa0a0d0-b5eb-4bda-831c-ca755989048b.png)