Con los resultados que se obtuvieron al respecto, el juez del caso en primera instancia señaló que, “en aplicación de los principios de equidad, ponderación y proporcionalidad, no se justifica reconocer en este caso al informante, un doble pago o recompensa al que ya le fue otorgado, en razón precisamente de la efectividad de la información que suministró para la localización de las caletas, y que consistió en la suma de dos mil millones de pesos, retribución efectivamente recibida por aquel de manos de la Policía Nacional, como así lo certifican y corroboran los documentos allegados como prueba y que fueron aportados dentro del testimonio aportado por el director administrativo de esa institución, quien fue enfático en ratificar la entrega al informante siguiendo los procedimientos y protocolos establecidos para tal fin”.
El narcotraficante de las cirugías plásticas
Juan Carlos Ramírez Abadía, alías Chupeta, tiene 44 años de edad. Fue extraditado de Brasil a Estados Unidos el pasado 22 de agosto. Allí está siendo procesado al menos por 15 asesinatos y tráfico de drogas, delitos por los que podría ser condenado a muerte.
Su extradición fue aprobada por Brasil con la condición de que no sea castigado con más de treinta años de cárcel, que es la pena máxima contemplada por las leyes brasileñas. Además, días antes de su envío a las autoridades norteamericanas, se descubrió un plan de fuga.
Ramírez Abadía había sido detenido en Brasil hace poco más de un año y, según informes del servicio de inteligencia del sistema penitenciario, contaba para sus planes de fuga con cómplices fuera de la cárcel, entre los que estaban su ex mujer Ivana Pereira de Sa y el abogado Vladimir Búlgaro, quienes fueron detenidos.