La primera fue en una hacienda en Necoclí, pero el ruido de los helicópteros alertó a Rendón y a sus lugartenientes, que lograron huir, pero uno de ellos dejó abandonado un celular que permitió a los oficiales acceder a números telefónicos del entorno cercano de la organización criminal.
La segunda fue conocida como ‘Operación Lago’ y el resultado fue el mismo: Don Mario se fugó. Y la tercera se desarrolló en diciembre pasado en Chocó, donde la Policía halló una tabla de códigos y claves secretas de comunicación interna que fueron definitivas para dar con su paradero.
Por El Espectador
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