Uno de los eslabones de la cruda cadena del fenómeno de las ejecuciones extrajudiciales en Colombia, relacionada con los reclutadores de víctimas, acaba de tener un resultado: la Fiscalía logró la condena de Jhon Jairo Larios, alias Patilla, un mototaxista culpable por ayudar con el asesinato de dos inocentes en 2007.
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Jhon Jairo Larios fue condenado a 32 años y 11 meses de prisión por orden de un juez penal de Sincelejo, quien lo sentenció por desaparición forzada. Las pruebas en el proceso demostraron que convenció a dos ciudadanos a salir de sus lugares de residencia, en Sincelejo, y aceptar un puesto de trabajo en una finca de Caucasia (Antioquia).
Las víctimas se despidieron de sus familiares en abril de 2007 y tan solo días después fueron presentados por algunos integrantes del Gaula del Ejército, adscritos a Montería (Córdoba), como muertos durante una operación táctica contra la extorsión en la vereda Cuturú, en el municipio de Caucasia.
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“En los reportes oficiales se indicó que estas personas pertenecían a una estructura criminal, usaban uniformes de uso exclusivo de las fuerzas militares y portaban tres fusiles AK-47, un revólver calibre 32 y un radio de comunicaciones. Algo que no correspondía a la verdad. En 2011, los cuerpos fueron encontrados y exhumados en el cementerio de Caucasia. Habían sido sepultados en condición de personas no identificadas”, explicó la Fiscalía.
Jhon Jairo Larios está preso en la cárcel de Cómbita (Boyacá) y la sentencia en su contra es de primera instancia, por lo que puede intentar una segunda opinión de la justicia.
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