A excongresista Riaño 'no le faltaba sino el fusil', decían desmovilizados

Al exrepresentante a la Cámara Alfonso Riaño 'no le faltaba sino el faltaba sino el fusil', decían los desmovilizados paramilitares del Magdalena medio para dar cuenta del nexo del dirigente con el paramilitarismo, según lo señaló el excomandante del Batallón Luciano D’elhuyar, coronel Julio César Prieto en declaración rendida ante la Corte Suprema de Justicia.

El oficial del Ejército indicó que eran persistentes los señalamientos en ese sentido, en una región que, como San Vicente del Chucurí, ‘no se movía una hoja si no era con autorización de las autodefensas’.

Dice que según la percepción que se llevó de la zona, tras 24 meses de presencia allí, es claro que nadie hubiera podido prosperar políticamente sino era con el visto bueno del paramilitarismo que, afirma, ‘era toda una cultura’.

Aseguró que era tal la capacidad de acción del grupo armado ilegal en la zona que incluso manejaban un peaje del que obtenían cuantiosos ingresos, sin que se hubiera logrado hasta ese entonces controlarlo.

El militar aclaró que los supuestos nexos de Riaño con las Autodefensas llegaron a oídos suyos por terceros, sin que él hubiera logrado comprobarlo, y añadió que nunca fue informado sobre la supuesta colaboración del grupo armado ilegal al exsenador Luis Alberto Gil.

Dijo que el exgobernador de Santander Hugo Aguilar promovió su salida de esa unidad castrense en un consejo de seguridad convocado por el entoces presidente Álvaro Uribe, a quien engañaron para precipitar su traslado de la zona. Dijo que allí estuvieron presentes también políticos como Alirio Villamizar y el propio Luis Alberto Gil y que en el encuentro no se hizo más que mentir sobre su actuación como comandante del Batallón.

Indicó que era el persistente el interés de Aguilar por hacerlo salir de la zona, cuando no había hecho más que combatir las estructuras armadas de los paramilitares y  sus fuentes de finaciación, como el narcotráfico.

En ese sentido, también denunció que el comerciante Luis Alfonso Lizarazo, en compañía de otro líder, trató que persuadirlo sobre la conveniencia que para la población traía la presencia allí del paramilitar conocido con el alias de ‘Alfonso’ y que él mismo lo había hecho llamar para que discutieran acerca de los operativos contra los paras.