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La misma semana en que alias Otoniel fue extraditado a Estados Unidos, donde la justicia de ese país lo requiere por delitos de narcotráfico, la Defensoría alertó sobre un hecho que tiene todo que ver con cómo se está reorganizando el crimen organizado en Colombia con la salida de su principal ficha del narcotráfico. El sistema de alertas tempranas de ese organismo alertó del complejo escenario que enfrenta la población de Titiribí, Antioquia, por la disputa territorial por el microtráfico que avanza entre el Clan del Golfo y el grupo de crimen organizado San Pablo, adscrito al grupo de bandas de la Oficina.
La reciente historia de la mafia en Antioquia tiene como uno de sus hitos, el pacto de San Jerónimo, entre la Oficina y gente de Otoniel. Se trata de un acuerdo de no agresión que se dio entre 2013 y 2014 para parar la ola de violencia que vivía el Valle de Aburrá, y que estaría por desaparecer. “Con la extradición de alias ‘Don Berna’ en mayo de 2008, la hegemonía alcanzada en los territorios que estuvieron bajo su control, se pierde producto de las tensiones surgidas al interior de La Oficina, que llevaron finalmente a su división en dos bandos: las organizaciones adscritas a La Oficina y el Clan. La disputa generó altos índices de violencia en el Valle de Aburrá y en las subregiones del departamento de Antioquia”, señala la Defensoría.