Alfiles del uribismo, enredados

Dos meses después de que la Fiscalía vinculara formalmente al ex ministro del Interior Sabas Pretelt de la Vega dentro del escándalo de la yidispolítica, el ente acusador encontró elementos para también hacerlo con el ministro de Protección Social, Diego Palacio Betancourt; el secretario general de la Casa de Nariño, Bernardo Moreno Villegas, y el ex secretario de ese despacho, Alberto Velásquez. En pocos días todos deberán rendir indagatoria por el delito de cohecho ante el vicefiscal general de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, quien adelanta el capítulo de la yidispolítica en la Fiscalía, luego de que la Corte Suprema de Justicia le aceptara el impedimento al fiscal Mario Iguarán.

En sendas declaraciones, pero en especial la que le entregó a la Corte Suprema de Justicia el 28, 29 y 30 de abril, la ex parlamentaria conservadora manifestó que el ministro Diego Palacio se la pasaba haciendo lobby y organizando comidas en busca de aprobar la reelección. Dijo que Palacio le ofreció participación en instituciones a su cargo en el Magdalena Medio y, para poner un ejemplo, Medina contó que una de sus cuotas políticas, Juan Bautista Hernández, fue nombrado director del Sena en Barrancabermeja. El mismo Hernández firmó un compromiso en el que aseguraba que sin el concurso de Yidis Medina Padilla habría sido imposible conseguir el cargo.

La ex parlamentaria condenada también aseguró que, por su voto, obtuvo la dirección de la Clínica Primero de Mayo de Barrancabermeja para Carlos Correa Mosquera, otra de sus cuotas políticas; un contrato a uno de sus asesores, César Guzmán, como delegado de Etesa para Santander, y  que un tío suyo, Eduardo Esquivel, quien había sido retirado de la ESE Luis Carlos Galán en Barrancabermeja, fue restituido. Indignado por las conclusiones, según él, apresuradas en la sentencia

Tanta fue su molestia que instauró una tutela en la misma corporación con el fin de que fuera escuchado, y además, denunció a los magistrados de la Corte Suprema. Ayer, el Ministro se mostró dispuesto a acudir a la Fiscalía, recalcó su inocencia y que su llamado a indagatoria es bienvenido siempre y cuando sea un paso para que se aclare lo que realmente sucedió antes y después de la polémica votación de junio 4 de 2004, en la que la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el proyecto de reelección.

En este difícil escenario, la Fiscalía también vinculó al ex secretario general de la Casa de Nariño Alberto Velásquez, quien, según Yidis, estuvo en varios encuentros con ella entre finales de mayo y principios de junio de 2004, en los que se habló de “temas relacionados con prebendas políticas” para que se votara la reelección. De hecho, cuando se publicó una carta en la que los parlamentarios del “no” a la reelección oficializaban su posición, entre ellos Yidis, ésta empezó a recibir llamados de Velásquez para reunirse con urgencia en Palacio.

En uno de esos encuentros se llegó a hablar de un consulado para ella en presencia del presidente Álvaro Uribe, le dijo Yidis a la justicia. Aseveró que en dicha reunión Uribe le dijo que lo ayudara, que él necesitaba que votara el proyecto de reelección. Y agregó: “Alberto Velásquez iba a dar algunas ayudas y que lo pactado sería cumplido de acuerdo con las necesidades de mi región”. Ahora, la Fiscalía investigará si es cierto que Velásquez le preguntó a Yidis qué quería a cambio de su apoyo al proyecto.

El tercer involucrado por el ente acusador en su decisión de ayer es Bernardo Moreno Villegas, secretario general de la Casa de Nariño. Sobre él en particular, Yidis Medina ha explicado que quedó a cargo de hacer cumplir los compromisos burocráticos adquiridos por Velásquez, como el de la Red de Solidaridad Social y Etesa. Posteriormente, cuando en marzo pasado, en entrevista con El Espectador, Yidis Medina anunció la publicación de un libro sobre las intimidades del trámite legislativo de la reelección, Moreno la citó en Palacio para expresarle el perjuicio que podría ocasionar al Gobierno tal libro.

Según Medina, Moreno le ofreció un jugoso contrato de Ecopetrol a cambio de detener la publicación. En declaración que le dio a la Procuraduría el pasado 6 de junio, Moreno Villegas aceptó que sí se reunió con Yidis Medina en su despacho, que le dijo que el libro que pensaba sacar con el escritor Alfredo Serrano sería muy dañino para el Ejecutivo y que, muy al contrario de lo que Yidis ha venido expresando, fue ella quien le pidió los contratos en Ecopetrol a cambio de no divulgar nada. Moreno declaró que ése no era el proceder del Gobierno y concluyó la reunión, le dijo a la Procuraduría.

El escenario judicial volvió a agitarse por estas tres nuevas vinculaciones de la Fiscalía en el caso de la yidispolítica. Sin duda, el panorama más difícil lo tiene el ministro de Protección Social, Diego Palacio, quien, junto con Sabas Pretelt de la Vega, tiene una investigación disciplinaria de la Procuraduría. No obstante, todos los salpicados por Yidis Medina se han declarado ajenos a hechos ilegales. Aseguran que nunca se han extralimitado en sus funciones, que Medina era la que chantajeaba al Gobierno y que nada de irregular se presentó ni antes ni después de la votación del 4 de junio de 2004. Será la justicia, esta vez la Fiscalía, la que corrobore o no sus defensas.

Dos meses después de que la Fiscalía vinculara formalmente al ex ministro del Interior Sabas Pretelt de la Vega dentro del escándalo de la yidispolítica, el ente acusador encontró elementos para también hacerlo con el ministro de Protección Social, Diego Palacio Betancourt; el secretario general de la Casa de Nariño, Bernardo Moreno Villegas, y el ex secretario de ese despacho, Alberto Velásquez. En pocos días todos deberán rendir indagatoria por el delito de cohecho ante el vicefiscal general de la Nación, Guillermo Mendoza Diago, quien adelanta el capítulo de la yidispolítica en la Fiscalía, luego de que la Corte Suprema de Justicia le aceptara el impedimento al fiscal Mario Iguarán.

En sendas declaraciones, pero en especial la que le entregó a la Corte Suprema de Justicia el 28, 29 y 30 de abril, la ex parlamentaria conservadora manifestó que el ministro Diego Palacio se la pasaba haciendo lobby y organizando comidas en busca de aprobar la reelección. Dijo que Palacio le ofreció participación en instituciones a su cargo en el Magdalena Medio y, para poner un ejemplo, Medina contó que una de sus cuotas políticas, Juan Bautista Hernández, fue nombrado director del Sena en Barrancabermeja. El mismo Hernández firmó un compromiso en el que aseguraba que sin el concurso de Yidis Medina Padilla habría sido imposible conseguir el cargo.

La ex parlamentaria condenada también aseguró que, por su voto, obtuvo la dirección de la Clínica Primero de Mayo de Barrancabermeja para Carlos Correa Mosquera, otra de sus cuotas políticas; un contrato a uno de sus asesores, César Guzmán, como delegado de Etesa para Santander, y  que un tío suyo, Eduardo Esquivel, quien había sido retirado de la ESE Luis Carlos Galán en Barrancabermeja, fue restituido. Indignado por las conclusiones, según él, apresuradas en la sentencia

Tanta fue su molestia que instauró una tutela en la misma corporación con el fin de que fuera escuchado, y además, denunció a los magistrados de la Corte Suprema. Ayer, el Ministro se mostró dispuesto a acudir a la Fiscalía, recalcó su inocencia y que su llamado a indagatoria es bienvenido siempre y cuando sea un paso para que se aclare lo que realmente sucedió antes y después de la polémica votación de junio 4 de 2004, en la que la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate el proyecto de reelección.

En este difícil escenario, la Fiscalía también vinculó al ex secretario general de la Casa de Nariño Alberto Velásquez, quien, según Yidis, estuvo en varios encuentros con ella entre finales de mayo y principios de junio de 2004, en los que se habló de “temas relacionados con prebendas políticas” para que se votara la reelección. De hecho, cuando se publicó una carta en la que los parlamentarios del “no” a la reelección oficializaban su posición, entre ellos Yidis, ésta empezó a recibir llamados de Velásquez para reunirse con urgencia en Palacio.

En uno de esos encuentros se llegó a hablar de un consulado para ella en presencia del presidente Álvaro Uribe, le dijo Yidis a la justicia. Aseveró que en dicha reunión Uribe le dijo que lo ayudara, que él necesitaba que votara el proyecto de reelección. Y agregó: “Alberto Velásquez iba a dar algunas ayudas y que lo pactado sería cumplido de acuerdo con las necesidades de mi región”. Ahora, la Fiscalía investigará si es cierto que Velásquez le preguntó a Yidis qué quería a cambio de su apoyo al proyecto.

El tercer involucrado por el ente acusador en su decisión de ayer es Bernardo Moreno Villegas, secretario general de la Casa de Nariño. Sobre él en particular, Yidis Medina ha explicado que quedó a cargo de hacer cumplir los compromisos burocráticos adquiridos por Velásquez, como el de la Red de Solidaridad Social y Etesa. Posteriormente, cuando en marzo pasado, en entrevista con El Espectador, Yidis Medina anunció la publicación de un libro sobre las intimidades del trámite legislativo de la reelección, Moreno la citó en Palacio para expresarle el perjuicio que podría ocasionar al Gobierno tal libro.

Según Medina, Moreno le ofreció un jugoso contrato de Ecopetrol a cambio de detener la publicación. En declaración que le dio a la Procuraduría el pasado 6 de junio, Moreno Villegas aceptó que sí se reunió con Yidis Medina en su despacho, que le dijo que el libro que pensaba sacar con el escritor Alfredo Serrano sería muy dañino para el Ejecutivo y que, muy al contrario de lo que Yidis ha venido expresando, fue ella quien le pidió los contratos en Ecopetrol a cambio de no divulgar nada. Moreno declaró que ése no era el proceder del Gobierno y concluyó la reunión, le dijo a la Procuraduría.

El escenario judicial volvió a agitarse por estas tres nuevas vinculaciones de la Fiscalía en el caso de la yidispolítica. Sin duda, el panorama más difícil lo tiene el ministro de Protección Social, Diego Palacio, quien, junto con Sabas Pretelt de la Vega, tiene una investigación disciplinaria de la Procuraduría. No obstante, todos los salpicados por Yidis Medina se han declarado ajenos a hechos ilegales. Aseguran que nunca se han extralimitado en sus funciones, que Medina era la que chantajeaba al Gobierno y que nada de irregular se presentó ni antes ni después de la votación del 4 de junio de 2004. Será la justicia, esta vez la Fiscalía, la que corrobore o no sus defensas.