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Este viernes reapareció, en entrevista con La Fm, el exguerrillero Felipe Salazar, ficha clave de la Fiscalía en la investigación por las anomalías cometidas durante la desmovilización de un grupo de personas que, en marzo de 2006, fueron presentadas al país como guerrilleros de una compañía de las Farc denominada Cacica la Gaitana.
Salazar, quien al momento de la dejación de las armas figuró como comandante político de esa estructura, le dio a la Fm: "Me ratifico en la denuncia sobre un plan sistemático para inflar los procesos de desmovilización y generar un impacto en la opinión pública, para que creyera falsamente en el éxito de la política de Seguridad Democrática", lo que habría sido orquestado por el entonces alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo.
Además, tal como lo había hecho en el pasado, cuestionó la actuación de la Fiscalía y aseguró que “todo lo que quieran obtener de mi parte ya está dicho. La Fiscalía usa lo que voluntariamente entregué, como parte de mi colaboración, contra mí mismo”. Y aseguró que tras su cooperación con las autoridades ha sido víctima de persecuciones, lo que motivó su salida de Colombia. Según él, “antes del tema de la Cacica la Gaitana recibía protección por parte del Estado, pero una vez hice la denuncia las amenazas se incrementaron”. Ya en septiembre pasado, el fiscal noveno delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Alfredo Betín, quien está al frente de la investigación, había revelado que Salazar salió del país en marzo de 2013, pocas semanas después de que quedara en libertad por vencimiento de términos.
Sin embargo, y pese a los múltiples señalamientos de distintos excomandantes paramilitares respecto de otras irregularidades, el proceso por la falsa desmovilización de la Cacica la Gaitana ha sido de los que más ha avanzado en los estrados judiciales contra Luis Carlos Restrepo, al punto que la Fiscalía le imputó los delitos de prevaricato por acción, peculado por apropiación, concierto para delinquir, fraude procesal y tráfico de armas.
Por estos hechos, Salvatore Mancuso, exjefe de las autodefensas, declaró que la idea de presentar el desarme de una estructura de las Farc había sido de los ‘paras’, que buscaban aliviar la presión mediática por la aprobación e implementación de la ley de Justicia y Paz. Según Mancuso, las Auc le dijeron al Gobierno “que a nuestro modo de ver, este era el mejor antídoto para que no recibiéramos todos los datos políticos mediáticos de la coyuntura, que ese era el camino que visionábamos que podía aligerar las presiones que recibíamos”.
La solución, supuestamente ideada por las Auc, consistente en la concentración, desarme y reinserción de las 62 personas que fueron presentadas como combatientes de la Cacica la Gaitana, le habría costado al erario público $1.139 millones, razón por la cual la Corte Suprema de Justicia le solicitó a la Fiscalía incluir al Estado como víctima del proceso. Sin embargo, el ente investigador ha podido establecer que el fraude fue posible por el papel que jugaron altos funcionarios y mandos militares que omitieron señales tan evidentes como que la mayoría de los presuntos guerrilleros no tenía antecedentes judiciales, lucía uniformes nuevos y portaba armamento en mal estado o que no correspondía a la dotación regular de las Farc.
En 2012 la Fiscalía le imputó los delitos de peculado por apropiación, fraude procesal, fabricación y porte de armas de fuego y prevaricato por acción a los generales Hugo Hernán Castellanos y Jaime Joaquín Ariza, quienes según el ente investigador no solo ignoraron la información de inteligencia y contrainteligencia que indicaba que la compañía Cacica la Gaitana no existía, sino que participaron activamente en la planeación y la logística que permitieron consumar la falsa desmovilización con el patrocinio del narcotraficante Hugo Alberto Rojas. Las autoridades también investigan la responsabilidad del general (r) Lelio Fadúl Suárez Tocarruncho en este desfalco, teniendo en cuenta que desde su cargo como jefe de Inteligencia del Ejército habría comisionado a los generales Castellanos y Ariza para que participaran en el montaje. Mientras tanto, el paradero de Felipe Salazar y de Luis Carlos Restrepo se desconoce.