Alias “Venado”, la primera muerte de los Grupos Armados Organizados

La primera operación contra los Grupos Armados Organizados (GAO) –antes bandas criminales– dio muerte a uno de los jefes más buscados en los Llanos Orientales: Álvaro Enciso Arias, alias “Venado”, jefe de los Puntilleros, disidencia del Bloque Meta y del Bloque Libertadores de Vichada. “Venado” era uno de los dos sucesores de Martín Farfán, conocido como “Pijarvey”, quien fue abatido el 28 de septiembre de 2015.

Este operativo se dio una semana después de la Directiva 015, emitida por el Ministerio de Defensa y en la que se cambió el nombre de bandas criminales por el de GAO. Además, permitió el uso de la fuerza letal del Estado en el marco del Derecho Internacional humanitario. Sin embargo, a pesar de que ya se habían aprobado los bombardeos contra este tipo de grupos, la muerte de “Venado” no fue por esta vía. Se dio en medio de un enfrentamiento con grupos especiales del Bloque de Búsqueda contra el Crimen Organizado de la Policía.

La operación se denominó Marandúa, que desde septiembre de 2015, tras la muerte de “Pijarvey” y el ascenso del capo Óscar Mauricio Pachón Rozo, alias “Puntilla” –de ahí el nombre de este grupo–, comenzó a desarticular a los Puntilleros. El primero de los jefes en caer fue “Puntilla”, en febrero de este año, luego de que se evidenciara que este narcotraficante contrato los servicios de los miembros del Bloque Héroes de Vichada que quedaron en el limbo cuando murió “Pijarvey”.

El siguiente capturado de los Puntilleros, amos y señores del narcotráfico en los Llanos orientales, fue Javier Ignacio Rubiano Cantor, alias “Móvil 7”, quien fue capturado hace 20 días. Y este viernes 13 de mayo, en la vereda El Placer, en Cumaribo (Vichada), cayó muerto “Venado”, en el operativo en el que también participaron las direcciones de la Policía de Antisecuestro y Antiextorsión, de Inteligencia (Dipol) e Investigación Criminal e Interpol (Dijin). “Venado” tenía una orden de captura por el delito de porte ilegal de armas de fuego y concierto para delinquir.

“Venado”, junto a Arnulfo Guzmán Hernández, alias “Tigre” –quien quedó como máximo jefe de los Puntilleros–. Lograron apropiarse del control de las rutas de narcotráfico en los Llanos Orientales, que antes eran manejadas por los paramilitares de Miguel Arroyave, “Cuchillo” y el “Loco Barrera”. Según la Policía, los cargamentos de cocaína salían por la frontera de Venezuela y al mes manejaban alrededor de $1.000 millones.

A sus 35 años “Venado ya era un reconocido criminal de la región, no solo por su paso por los reductos paramilitares sino que, además, desde las épocas de “Pijarvey” extorsionó a comerciantes, ganaderos, empresarios y transportadores que se movían por la frontera con Venezuela, por el lado de los Llanos Orientales. Además, se estableció que logró conformar una oficina de cobro –grupo de sicarios– en Meta y Vichada.

En la operación contra “Venado”, cuatro de sus hombres de confianza fueron capturados por la Policía. Se trata de alias el “Enano”, “Míster”, “Guerrillo y “Aldemar”, quienes serán llevados ante un juez para que sean procesados por el delito de concierto para delinquir. Ellos fueron los primeros en avisar de la presencia de las autoridades que, en horas de la mañana, alertaron que uno de los grupos especiales había filtrado el anillo de seguridad y se disponía a entrar en la casa en la que se escondía “Venado”. En ese cruce de disparos fue que murió el jefe de los Puntilleros.

Los Puntilleros, además de haber pasado por las filas del Bloque Héroes del Vichada, también hicieron parte del Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac). Asimismo, se conoció que durante las últimas semanas habrían creado un “centro de formación criminal” en Cumaribo (Vichada) en el que reclutaban jóvenes para enseñarles el manejo de armas pesadas, de brújulas y de cartografía.”

La muerte de “Venado” fue celebrada por el Ministerio de Defensa y el comandante de la Policía, general Jorge Nieto, quienes reiteraron que el nuevo blanco es alias “Tigre”, otro de los hombres que durante más de una década ha impartido terror en Vichada y Meta. “Tigre” es ahora el hombre que coordina a los Puntilleros. Sin embargo, desde meses atrás la Policía le sigue el rastro pues fue identificado como uno de los líderes desde finales del año pasado. La ofensiva contra la GAO apenas comienza. Aún no se utilizan los bombardeos que, en distintos sectores, han generado muchas críticas pues se cree que para combatir a la delincuencia y el narcotráfico no se podían trasgredir las normas –o acomodarlas– del DIH.

La primera operación contra los Grupos Armados Organizados (GAO) –antes bandas criminales– dio muerte a uno de los jefes más buscados en los Llanos Orientales: Álvaro Enciso Arias, alias “Venado”, jefe de los Puntilleros, disidencia del Bloque Meta y del Bloque Libertadores de Vichada. “Venado” era uno de los dos sucesores de Martín Farfán, conocido como “Pijarvey”, quien fue abatido el 28 de septiembre de 2015.

Este operativo se dio una semana después de la Directiva 015, emitida por el Ministerio de Defensa y en la que se cambió el nombre de bandas criminales por el de GAO. Además, permitió el uso de la fuerza letal del Estado en el marco del Derecho Internacional humanitario. Sin embargo, a pesar de que ya se habían aprobado los bombardeos contra este tipo de grupos, la muerte de “Venado” no fue por esta vía. Se dio en medio de un enfrentamiento con grupos especiales del Bloque de Búsqueda contra el Crimen Organizado de la Policía.

La operación se denominó Marandúa, que desde septiembre de 2015, tras la muerte de “Pijarvey” y el ascenso del capo Óscar Mauricio Pachón Rozo, alias “Puntilla” –de ahí el nombre de este grupo–, comenzó a desarticular a los Puntilleros. El primero de los jefes en caer fue “Puntilla”, en febrero de este año, luego de que se evidenciara que este narcotraficante contrato los servicios de los miembros del Bloque Héroes de Vichada que quedaron en el limbo cuando murió “Pijarvey”.

El siguiente capturado de los Puntilleros, amos y señores del narcotráfico en los Llanos orientales, fue Javier Ignacio Rubiano Cantor, alias “Móvil 7”, quien fue capturado hace 20 días. Y este viernes 13 de mayo, en la vereda El Placer, en Cumaribo (Vichada), cayó muerto “Venado”, en el operativo en el que también participaron las direcciones de la Policía de Antisecuestro y Antiextorsión, de Inteligencia (Dipol) e Investigación Criminal e Interpol (Dijin). “Venado” tenía una orden de captura por el delito de porte ilegal de armas de fuego y concierto para delinquir.

“Venado”, junto a Arnulfo Guzmán Hernández, alias “Tigre” –quien quedó como máximo jefe de los Puntilleros–. Lograron apropiarse del control de las rutas de narcotráfico en los Llanos Orientales, que antes eran manejadas por los paramilitares de Miguel Arroyave, “Cuchillo” y el “Loco Barrera”. Según la Policía, los cargamentos de cocaína salían por la frontera de Venezuela y al mes manejaban alrededor de $1.000 millones.

A sus 35 años “Venado ya era un reconocido criminal de la región, no solo por su paso por los reductos paramilitares sino que, además, desde las épocas de “Pijarvey” extorsionó a comerciantes, ganaderos, empresarios y transportadores que se movían por la frontera con Venezuela, por el lado de los Llanos Orientales. Además, se estableció que logró conformar una oficina de cobro –grupo de sicarios– en Meta y Vichada.

En la operación contra “Venado”, cuatro de sus hombres de confianza fueron capturados por la Policía. Se trata de alias el “Enano”, “Míster”, “Guerrillo y “Aldemar”, quienes serán llevados ante un juez para que sean procesados por el delito de concierto para delinquir. Ellos fueron los primeros en avisar de la presencia de las autoridades que, en horas de la mañana, alertaron que uno de los grupos especiales había filtrado el anillo de seguridad y se disponía a entrar en la casa en la que se escondía “Venado”. En ese cruce de disparos fue que murió el jefe de los Puntilleros.

Los Puntilleros, además de haber pasado por las filas del Bloque Héroes del Vichada, también hicieron parte del Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac). Asimismo, se conoció que durante las últimas semanas habrían creado un “centro de formación criminal” en Cumaribo (Vichada) en el que reclutaban jóvenes para enseñarles el manejo de armas pesadas, de brújulas y de cartografía.”

La muerte de “Venado” fue celebrada por el Ministerio de Defensa y el comandante de la Policía, general Jorge Nieto, quienes reiteraron que el nuevo blanco es alias “Tigre”, otro de los hombres que durante más de una década ha impartido terror en Vichada y Meta. “Tigre” es ahora el hombre que coordina a los Puntilleros. Sin embargo, desde meses atrás la Policía le sigue el rastro pues fue identificado como uno de los líderes desde finales del año pasado. La ofensiva contra la GAO apenas comienza. Aún no se utilizan los bombardeos que, en distintos sectores, han generado muchas críticas pues se cree que para combatir a la delincuencia y el narcotráfico no se podían trasgredir las normas –o acomodarlas– del DIH.