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La Agencia Nacional de Tierras (ANT) recuperó 3.000 hectáreas de tierra en Puerto Salgar (Cundinamarca), equivalente a 32 predios que fueron usados como centro de operaciones y como refugio por varios narcotraficantes.
Además, estas fincas, de nombres Valle Escondido, Bellavista, La María y La Arcadia, también fueron usadas como corredor de narcotráfico de estructuras armadas al margen de la ley, donde movían sus economías ilegales en zonas rurales.
La recuperación de estas tierras se da gracias a un convenio entre la Sociedad de Activos Especiales (SAE) y la ANT. El Gobierno Nacional aseguró que estas fincas, las cuales habían sido ocupadas durante décadas por testaferros (personas que actúan como sustituto), fueron recuperadas para los campesinos. Juan Felipe Harman, director general de la ANT, comentó: “No venimos a legitimar mafias, venimos a recuperar tierras y devolvérselas al campesinado”.
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En estos predios se movieron varios capos del narcotráfico, como Gonzalo Rodríguez Gacha, alias El Mexicano, quien fue cofundador y segundo al mando de El Cartel de Medellín. Hizo su fortuna entre 1970 y 1980 a través del tráfico de cocaína hacia América Central y Norteamérica.
Este narcotraficante fue una de las personas a las que se les atribuyó el magnicidio del exministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, en conjunto con los paramilitares del Magdalena Medio y el cartel de Medellín, dirigido por Pablo Escobar, durante el periodo presidencial de Belisario Betancur en 1984.
El Mexicano murió el 15 de diciembre de 1989 en Santiago de Tolú, cuando uniformados de la Policía Nacional le dispararon en el rostro en el momento en el que emprendía la fuga.
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Otro de los hombres que llegaron a estas fincas fue Cristian Fernando Borda Gómez, alias El Harlista de la Mafia, quien fue extraditado a Estados Unidos en 2009 por múltiples envíos de cocaína desde la costa norte de Colombia hacia Estados Unidos y Europa. Esto, en conjunto con los Mellizos, Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera, y los jefes paramilitares alias Macaco y Cuco Vanoy.
Estas tierras, en las que mensualmente se llegaron a mover 12 toneladas de cocaína, pasarán a formar parte del Banco de Tierras de la ANT y serán destinados a víctimas del conflicto armado y comunidades rurales para que vivan en territorios de paz.
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