:format(jpeg)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elespectador/YVHMZSKHRZF6TIXVJMPVUUJBQU.jpeg)
Edificios destruidos en Arauca por bombas de las disidencias de las Farc.
Foto: Óscar Pérez
El asesinato de cuatro personas, incluidos dos niños, en Tame (Arauca) el pasado domingo 17 de abril, prendió de nuevo las alarmas en esa zona del país. Arauca, departamento fronterizo con Venezuela, vive una ola de violencia desde finales del año pasado, por la guerra entre disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), quienes pelean el control del territorio. El más reciente hecho, que según las primeras hipótesis se dio por incumplir con una restricción de movilidad impuesta por uno de los grupos armados, deja en entredicho la efectividad de la militarización de la zona fronteriza y abre de nuevo el debate sobre el abandono estatal de esa región.
Síguenos en Google Noticias