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Archivada investigación contra los Nule por contratos de bienestarina

Así lo decidió la Fiscalía, tras determinar que uno de los delitos por el que eran investigados no existía en el Código Penal para la época de las licitaciones y que no había pruebas para imputarles celebración indebida de contratos.

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Redacción Judicial
11 de noviembre de 2015 - 10:05 p. m.
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Para las autoridades colombianas, quedó claro que el grupo Nule hacía trampa en las licitaciones, presentándose con varias empresas al tiempo para obtener contratos del Estado. La justicia, sin embargo, no podrá hacer mucho al respecto, al menos en el proceso en que participaron en la licitación de contratos de bienestarina: la Fiscalía decidió archivar la investigación que había abierto en agosto de 2011 contra los primos Miguel, Manuel y Guido Nule, tras concluir que no podía investigarlos.

La razón es que uno de los delitos por los cuales la entidad abrió la investigación, acuerdos restrictivos de la competencia, aún no existía en el Código Penal cuando, en 2007, se adjudicaron los contratos de interventoría de dos fábricas de producción de bienestarina al consorcio Ponce de León, perteneciente a los Nule, y de control y supervisión de hogares y otros centros de apoyo nutricional de la entidad. La Fiscalía argumentó que ese delito, que es tratar de intervenir de manera ilegal en una contratación pública, solo existe desde 2011, y el caso de los Nule, quienes intervinieron presentándose con tres consorcios distintos - MNV SA, Bitácora Soluciones Compañía Limitada. y Ponce de León-, además de dos empresas pertenecientes al suegro y a la esposa de Miguel Eduardo Nule, data del segundo semestre de 2007. La entidad concluyó entonces que era imposible aplicar la legislación al caso.

En el campo administrativo, sin embargo, esa maniobra de postularse con cinco empresas al tiempo no fue pasada por alto: en 2013, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le impuso a los excontratistas una sanción de $30 mil millones, al considerar que esta fue una jugada anticompetitiva, realizada “con el objeto de aumentar sus probabilidades de adjudicación en desventaja de sus competidores y del Estado mismo”.

De igual manera, los Nule quedaron exentos de seguir siendo investigados en este caso por un segundo delito: interés indebido en la celebración de contratos. Después de realizar visitas a las fábricas y hogares que los Nule debían intervenir, de entrevistar a los funcionarios que estuvieron a cargo de la selección y de revisar los parámetros con los que fueron evaluadas las propuestas, además de interrogar a los tres primos, la Policía judicial no encontró ningún irregularidad, ni observó ninguna conducta que permitiera probar que hubo un “interés indebido” en la adjudicación de los contratos.

Esta no es la primera vez que los primos Nule están en el ojo del huracán por la forma como intentaron acaparar contratos con el Estado. Su papel en el carrusel de la contratación en Bogotá ya les ha traído dos condenas: la primera, en 2013, fue de 14 años y 11 meses de prisión por el delito de peculado, además de una prohibición de por vida para contratar con el Estado. Después de aceptar su responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir, fraude, falsedad en documento privado y cohecho, en enero de este año un juez de conocimiento de Bogotá los obligó a pagar una multa de 610 salarios mínimos –algo así como $300 millones– y les impuso una pena de ocho años y seis meses de prisión, por las irregularidades en los contratos de la fase tres de Transmilenio y de la malla vial de la capital.

 

Por Redacción Judicial

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