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“Son niñas, no esposas”. Ese es el fundamento de uno de los logros más recientes en materia de protección de derechos de las mujeres en Colombia: la ley que prohibió el matrimonio de niñas y adolescentes. A este se suma una lista significativa de éxitos que han alcanzado las mujeres durante los últimos 25 años, en temas claves como la despenalización del aborto, la redefinición de los mal llamados “crímenes pasionales” y el reconocimiento de las violencias sufridas por las mujeres en el marco del conflicto armado interno.
Un cuarto de siglo que ha sido productivo para consolidar lo que expertas denominan como una “legislación garantista”, pero que parece quedarse corta a la hora de ser aplicada. Estas son algunas de sus conquistas en lo que va del siglo XXI.
Prevención de la violencia (Ley 1257 de 2008)
Es considerada un hito en la lucha por la protección de los derechos de las mujeres. Su objetivo es garantizar una vida libre de violencias, amparada por el Estado y sus instituciones, con medidas de prevención, atención, protección, justicia y sanción.
Sin embargo, en diciembre de 2024 la Red Nacional de Mujeres (RNM) presentó un informe de seguimiento a la ley y reveló que hay un 99% de impunidad en casos de acoso sexual. “Tenemos excelentes normas, pero el Estado tiene una deuda histórica por falta de debida diligencia para hacer realidad estas leyes”, señaló María Cristina Hurtado, exdelegada de Derechos de Infancia y Mujeres de la Defensoría del Pueblo.
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Violencia en el conflicto armado (Ley 1719 de 2014)
Sancionada en junio de 2014 por el entonces presidente Juan Manuel Santos, busca garantizar el acceso a la justicia de las mujeres víctimas del conflicto armado. Fue pensada como complemento a la ley de víctimas y restitución de tierras (1448 de 2011) e introdujo reformas al Código Penal con las que se crearon tipos de delitos de carácter sexual, como la esterilización forzada, el embarazo forzado y la desnudez forzada.
Olga Amparo Sánchez, directora de la Corporación Casa de la Mujer, destacó que la lucha de las organizaciones de mujeres para apalancar esta ley fue clave para lograr avances en la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, como la paridad en el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición.
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Tipificación del feminicidio (Ley 1761 de 2015)
Para hablar de esta ley, primero es necesario recordar la historia de la mujer a la que debe su nombre: Rosa Elvira Cely. En mayo de 2012, Cely, una estudiante de bachillerato nocturno, fue violada y torturada hasta la muerte en el Parque Nacional de Bogotá. Su asesino, Javier Velasco, tenía antecedentes de violencia contra otras mujeres y para entonces ya tenía una orden de captura vigente.
La brutalidad del caso llevó a que, tres años después, fuera tipificado el feminicidio como un delito penal autónomo que significó también un cambio cultural. “No son crímenes pasionales, es un delito que se comete contra una mujer por ser mujer” explicó Sánchez.
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Despenalización del aborto (Sentencia C-055 de 2022)
El 21 de febrero de 2022 las mujeres celebraron en las calles el avance en la despenalización del aborto. Aunque en Colombia es legal desde 2006, solo estaba permitido por tres causales: que fuera un peligro para la salud física y mental de la mujer, malformación del feto o producto de una violación. La sentencia de 2022 de la Corte Constitucional lo amplió a cualquier causal hasta la semana 24.
Cristina Rosero, abogada y vocera del movimiento Causa Justa, mencionó que todavía existen barreras culturales e institucionales que dificultan el acceso a este derecho, como los escenarios rurales donde los pocos centros médicos que se encuentran niegan el procedimiento a las mujeres, alegando objeción de conciencia o desconocimiento de la sentencia.
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Prohibición del matrimonio infantil (Ley 2447 de 2025)
Fueron necesarios nueve intentos para que la edad mínima para contraer matrimonio sea de 18 años. La ley, sancionada el 14 de febrero de 2025, es un clavel para los derechos de niños y niñas. Estas últimas son las principales afectadas por las uniones tempranas, exponiéndolas a mayores riesgos de abandonar sus estudios, embarazos forzados y sufrir violencia sexual.
La abogada Hurtado resaltó cifras de Medicina Legal, según las cuales, “el 48% de la violencia sexual en Colombia recae sobre niñas y adolescentes entre 4 y 16 años; luego sigue un 25%, entre 0 y 4 años. Este es un país pedófilo”.
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Investigadoras y líderes feministas como Hurtado y Sánchez coinciden en que los logros de las mujeres en los últimos 25 años hacen parte de la cosecha de las luchas feministas desde hace un siglo; desde las que abrieron el camino en la lucha por el voto, hasta las primeras en ocupar cargos públicos y de elección popular.
“Ahora estamos ante la cuarta ola, son nuevas formas de ser feministas; las mujeres se están repensando el feminismo, pero no se puede olvidar a las que abrieron el camino”, le dijo a El Espectador la psicóloga francesa Florence Thomas, impulsora de los derechos de las mujeres en Colombia desde 1967. Ahora el reto es que sea una prioridad para el Estado, el cual debe proveer la institucionalidad y recursos necesarios para la implementación de lo ya ganado.
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Los avances en los derechos de las mujeres son claros en la legislación, pero “esas leyes, si no se traducen en políticas claras y en recursos, quedan como ley muerta”, dijo la activista Olga Sánchez. Agregó que, aunque Colombia es uno de los países más garantistas de los derechos de las mujeres, “entre el papel y lo que viven ellas hay una distancia muy grande”.
Solo en 2024, la Defensoría del Pueblo registró 745 feminicidios. “Pero las personas y los medios se indigna más por las mujeres que marchan y rayan las paredes exigiendo que pare la impunidad en estos delitos” recalcó Sánchez. Y agregó: “es necesario cambiar el discurso, y abordar la violencia hacia las mujeres como un problema que exige cambios a nivel social y cultural”.
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Por Valentina Gutiérrez Restrepo
Por Gustavo Montes Arias
