La reciente asonada en contra de 72 militares en la vereda Los Tigres, en El Tambo (Cauca), por parte de la población civil instrumentalizada por las disidencias de las Farc al mando de alias “Iván Mordisco”, llevó a que el presidente Gustavo Petro abriera la ventana a retomar la aspersión con glifosato para la erradicación de cultivos ilícitos.
Según manifestó el jefe de Estado en su cuenta de X, “dada la táctica mafiosa de oponer personal civil al Ejército, la Corte Constitucional debe reconsiderar su sentencia. Allí donde la ciudadanía ataque al ejército habrá fumigación aérea”. Aunque no dio más detalles, sí lo hizo su ministro de Defensa, Pedro Sánchez.
En una rueda de prensa, el jefe de la cartera aseguró que el gobierno nacional está comprometido en la transformación de los territorios, enfocándose no solo en lo relacionado con los cultivos, sino con las economías ilícitas de fondo.
Sobre ese compromiso de estar en los territorios, expresó que “aquí lo hemos dicho, el 30% del esfuerzo militar y policía, y el 70% en la acción unificada del Estado”. Sobre el anuncio del primer mandatario de retomar la aspersión de cultivos con el químico —prohibidas desde 2017 por la Corte Constitucional— el ministro Sánchez dijo que “ya se mirarán los protocolos y qué hay que hacer para que se revise esa sentencia (T-236)”.
A la propuesta del presidente, agregó que “lo cierto es que los tiempos han cambiado, hay mejor tecnología para evitar los daños ambientales que se generaban, hay mejores capacidades para focalizar el esfuerzo, incluso hay posibilidades de emplear drones masivamente para esta fumigación”.
Asimismo, aseguró que “en este momento, 5.200 hectáreas ya han sido erradicadas por la Policía Nacional, y de acuerdo a la información de la Dirección de Sustitución de Cultivos para Uso Ilícito, alrededor de unas 6.000 hectáreas ya se están sustituyendo”. Manifestó que el pasado viernes, en Putumayo, iniciaron “la sustitución de 1.500 hectáreas, para eliminar de raíz el cáncer del narcotráfico”.
El alto funcionario del gobierno Petro manifestó que el proceso de sustitución de cultivos debe hacerse con la mayor responsabilidad hacia la comunidad, pues “de lo contrario, es convertir en nómadas a quienes cultivan la coca. Pero el mensaje aquí es claro: la paz, al igual que el amor, no se mendiga. Vamos a acabar con el narcotráfico, y estamos totalmente comprometidos en buscar la paz, neutralizando y desmantelando a todos los actores criminales”.
Por ahora, queda esperar a que el primer mandatario aterrice más su propuesta y la Corte Constitucional revise si es viable retomar la práctica que fue negada durante el intento del gobierno de Iván Duque de retomarla.
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