Un nuevo ataque terrorista fue perpetrado por presuntos integrantes del Eln en el municipio de Fortul (Arauca), que atacaron con explosivos al oleoducto Bicentenario, causando graves daños ambientales. A esta hora las autoridades se encuentran en el lugar intentando controlar el derrame de crudo.
Según la información entregada por las autoridades, el hecho ocurrido en la vereda Palmarito, zona rural de Fortul, se dio en un intento de ataque por parte del grupo armado a tropas de la Octava División del Ejército Nacional, que prestan servicios de control y seguridad en esa región del país.
El ataque con explosivos causó graves afectaciones a la infraestructura energética que, como consecuencia, provocaron una emergencia ambiental sobre el río Caranal, ahora contaminado por el derrame de crudo. Cenit Transporte, empresa filial de Ecopetrol, tuvo que poner en marcha su Plan de Emergencia y Contingencia (PEC) para atender la situación.
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Campesinos de la región lamentaron también el efecto de este ataque y del derrame de crudo para sus cosechas y su economía. Reportan graves afectaciones a los cultivos en la zona. “La esperanza era que nos diera baja el río para poder sacar comida, pero mire el crudo cómo corre. Aquí se perdió todo”, dijeron habitantes de la zona a medios de comunicación.
Por su parte, el general Luis Emilio Cardozo Santamaría, comandante del Ejército Nacional, rechazó el ataque y aseguró que las tropas ya están apoyando las labores técnicas desplegadas por Cenit Transporte para hacer las reparaciones necesarias y controlar el derrame de crudo.
“Rechazo el cobarde atentado con explosivos contra el oleoducto Bicentenario en Arauca.El GAO ELN cometió un crimen atroz contra la vida, las comunidades y la naturaleza, provocando un derrame que contaminó el río Caranal, que causó un daño ambiental devastador”, dijo el general Cardozo.
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Los ataques a la infraestructura energética del país son una de las tácticas más usadas por los grupos al margen de la ley. Según cifras del Ministerio de Defensa, entre enero y abril hubo 13 ataques contra infraestructuras petroleras en Colombia. Esto, frente a los tres casos que se preentaron en el mismo período de 2025, representa un incremento del 333%.
Por otro lado, el informe de seguridad regional de la Federación Nacional de Departamentos (FND) indica que en los últimos cinco años la voladura de oleoductos ha tenido una variación del -55%. En 2019 se presentaron 71 ataques a este tipo de infraestructuras, en 2020 fueron 49, se redujeron a 31 en 2021 y a 20 en 2022. En 2023 de nuevo aumentaron a 37 y el 2025 cerró con un total de 32 ataques de este tipo.
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