
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Este 13 de marzo, durante una rueda de prensa en la que participaron el ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez Suárez, y la cúpula militar, las autoridades dieron a conocer que en el departamento del Cauca hay influencia de carteles mexicanos del narcotráfico que estarían negociando la droga producida por las disidencias de las Farc.
La declaración se dio luego de que el presidente Gustavo Petro hiciera una publicación el pasado 12 de marzo en su cuenta de X, en la que mencionó la relación entre los carteles mexicanos y el Frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc, que ha mantenido una compleja escalda de violencia en el departamento del Cauca.
“El ejército privado de los carteles mexicanos en el cañón del Micay ha respondido con la mayor de las brutalidades en Balboa, Micay, matando a los soldados que llevaban parte del puente para el campesinado”, expresó el presidente Petro.
Lea también: Tensiones entre Estado, disidencias y comunidades encienden la crisis en el Cauca
La publicación se dio como respuesta al ataque con explosivos perpetrado por esa facción disidente, en la noche del martes 11 de marzo. Un convoy de soldados fue afectado por la onda de un explosivo que los grupos armados habrían enterrado en un talud de la carretera, a dos kilómetros del municipio de Balboa (Cauca). Cinco soldados murieron y otros 16 resultaron heridos en el hecho.
Tras la declaración del presidente Petro, el ministro Sánchez Suárez aseguró a medios de comunicación que las autoridades ya están avanzando en las investigaciones sobre la relación entre disidencias de las Farc y carteles mexicanos, que estarían participando en el negocio de la coca producida en el cañón del Micay.
Por su parte, el mayor general Erick Rodríguez, segundo comandante del Ejército, amplió que por los hallazgos que han tenido, especialmente de armamento en territorio e información de inteligencia militar, las autoridades infieren que sería el cartel de Sinaloa el que estaría negociando con los grupos armados del departamento del Cauca.
Le puede interesar: Se conoce el cartel de los más buscados en el Cauca, luego del ataque al Ejército
Aclaro que no se trata de una presencia permanente de ese cartel del narcotráfico en la región, sino de una relación de negocios ilegales. Es difícil que esa organización extranjera se posicione físicamente en un territorio en el que, además, desde el 12 de octubre de 2024 hay un amplio despliegue militar para replegar a los grupos armados y delincuenciales, con el objetivo de retomar el control territorial. “El cartel de Sinaloa compra la coca que les venden los grupos armados en el Cauca”, dijo el mayor general Rodríguez.
Los integrantes de la cúpula militar agregaron que el Gobierno colombiano ya está avanzando en conversaciones con organismos extranjeros para adelantar iniciativas de cooperación internacional que permitan evitar la expansión y acción de los carteles mexicanos en territorio colombiano.
Incluso, el almirante Francisco Hernando Cubides, comandante general de las Fuerzas Militares, dio a conocer que recientemente viajó a Washington (Estados Unidos), para reunirse con representantes de distintas agencias del gobierno norteamericano y con congresistas de ese país, en aras de definir un plan de acción. También hay ya una conversación con la Policía y el gobierno Mexicano para atender la situación.
Contenido relacionado: Estos son los nombres de los soldados muertos en ataque con explosivos en el Cauca
La incidencia de carteles mexicanos del narcotráfico en Colombia no es un asunto nuevo. En junio de 2024, la Defensoría del Pueblo alertó sobre la presencia de al menos tres organizaciones ilegales mexicanas que tendrían negocios de tráfico de drogas en Colombia: el cartel de Jalisco, el cartel de Sinaloa y los Zetas.
Si bien en ese momento se identificó una incidencia mayor en la región Caribe, la expansión de sus negocios a la región del cañón del Micay se da justo en un momento en el que las Fuerzas Militares intentan replegar a los grupos armados con presencia allí. Mismos que intentan a sangre y fuego mantener el control de uno de los enclaves cocaleros más importantes del país.
Para conocer más sobre justicia, seguridad y derechos humanos, visite la sección Judicial de El Espectador.