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Dicen que el reconocido lago en Calima El Darién, Valle del Cauca, está arropado con los vientos más rápidos en comparación con otros lagos en América. Un paraíso para quienes practican deportes náuticos extremos y para los turistas que se hospedan en una región reconocida como zona de reserva forestal desde 1959. Tan rápido como esos vientos, en los últimos cinco años la Alcaldía ha aprobado centenares de licencias urbanísticas, las cuales, en la mayoría de los casos, se materializaron en construcciones que no tienen permiso del Ministerio de Ambiente para estar en pie. Un juzgado de Buga le puso un tatequieto al crecimiento “desbordado”, en un contexto de deficiencia en los servicios de agua y alcantarillado.
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