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Liliana Pardo, exdirectora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) de Bogotá durante la alcaldía de Samuel Moreno. La mujer está condenada a 22 años de prisión por las irregularidades que rodearon el llamado carrusel de la contratación en la capital del país, durante la administración del político del Polo Democrático. En el caso de Pardo, un juez la halló culpable de los delitos de peculado, interés indebido en la celebración de contratos y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
Pardo enfrentaba dos procesos penales por las irregularidades que rodearon el proceso de licitación y ejecución de los contratos de la reparación de la malla vial y la fase III de Transmilenio entre 2007 y 2008, los cuales fueron recibidos por un grupo de contratistas después de pagar una millonaria comisión. La entonces directora del IDU habría participado en la modificación del pliego de condiciones para que solamente el grupo de contratistas que habrían pagado la suma de dinero exigida resultaran beneficiados con los multimillonarios contratos viales.
Liliana Pardo supuestamente entregó información reservada y privilegiada de los contratos, antes de los procesos de adjudicación; por ejemplo, a los Nule, y a los contratistas Julio Gómez y Emilio Tapia, a fin de que resultaran favorecidos con la contratación. Pardo Gaona se encuentra prófuga de la justicia desde el 2014, tras no asistir a por lo menos 20 audiencias dentro del proceso que se adelantaba por presuntos hechos de corrupción en el IDU. Pocos días después de su haberse emitido el fallo en su contra, la Interpol emitió la circular roja para que fuera capturada.
La mujer estaba prófuga de la justicia desde 2014 y tenía circular roja de Interpol, le confirmaron la condena en segunda instancia. En primera instancia, la exdirectora del IDU fue condenada a 22 años de prisión, pero en segunda el Tribunal Superior de Bogotá, dejó en firme la condena y la redujo a 19 años y 9 meses de prisión al evidenciar que habría participado en la modificación del pliego de condiciones para beneficiar con millonarios contratos viales a dichos contratistas que también terminaron condenados por el desfalco a la capital del país.
En 2010, la funcionaria renunció a su cargo en medio de las críticas por su cuestionada gestión a la cabeza de una de las entidades del distrito más importantes. “Me voy con la satisfacción del deber cumplido y de haberle entregado a la ciudad proyectos que transformaron, y transformarán a futuro, la vida de los bogotanos”, señaló en ese momento Pardo.