En medio de la conmoción por el atentado en las cercanías de la base aérea Marco Fidel Suárez en Cali (Valle del Cauca), el Ejército, la Policía y la Fiscalía dieron con uno de los presuntos responsables de otro hecho violento que aterrorizó la capital del Valle a mediados de este año. Alias “Mocho”, señalado de estar detrás del ataque con una motocicleta bomba cerca a un CAI de la Policía, fue capturado.
De acuerdo con las investigaciones que se adelantan por los hechos de violencia en esa época, alias “Mocho”, sería el “responsable de asesinatos selectivos en las comunas 14 y 1 de Cali”. También, estaría vinculado al reclutamiento de menores en los barrios Manuela Beltrán, Mojica, Llano Grande, Llano Verde, El Bergel, El Ballado y Los Mangos del Distrito de Aguablanca.
Dentro de su prontuario, según la fuerza pública, el hombre era coordinador de extorsiones a comercios y expendios en la capital del departamento y planeador de actividades delictivas para secuestros y extorsiones en el sur de Cali y Aguablanca.
Alias “Mocho” tenía orden de captura desde el pasado 13 de agosto, la cual fue emitida por el Juzgado 101 Penal de Buga (Valle del Cauca), por los delitos de concierto para delinquir, terrorismo, homicidio y tentativa de homicidio, todos agravados.
Los atentados en Valle y Cauca
El pasado 10 de junio, durante más de siete horas, grupos armados atacaron los departamentos de Cauca y Valle del Cauca, dejando a cinco civiles y dos policías muertos y 27 personas heridas. Estos actos terroristas fueron atribuidos por el ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, a las disidencias de las Farc, en concreto a la estructura Jaime Martínez.
En total, fueron 24 acciones terroristas y 13 municipios los afectados. Los hechos comenzaron a las 4:43 de la mañana en el Valle del Cauca, cuando las autoridades fueron alertadas sobre cilindros explosivos en la vía que lleva de Cali al Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón, en Palmira.
Los ataques terminaron a las 11:30 de la mañana, en el corregimiento de Guachinte, en Jamundí (Valle del Cauca), con la detonación de un bolso cargado con explosivos, que había sido abandonado en una calle. Otro ataque terrorista que cobró la vida de tres civiles.
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