En la vía que conduce de Bogotá hacia el municipio de Mesitas de Colegio fue capturado Jairo Amaya Ruiz, quien era conocido como el Monstruo de Tequendama. El hombre de 58 años de edad era buscado en 196 países, mediante notificación azul de INTERPOL, por los delitos de acceso carnal abusivo con menores de 14 años, acto sexual con menores de 14 años y pornografía con menores. Sumado a esto, presuntamente habría abusado de tres menores de edad que hacían parte de su núcleo familiar.
Según aseguró el Coronel Edwin Urrego Pedraza, Director de Investigación Criminal e INTERPOL, a partir de las pruebas que han recopilado las autoridades, el presunto abusador tendría una red en internet a la que habría subido aproximadamente 379 imágenes y videos con contenido explícito de abuso sexual de menores. Además, en los videos subidos aparecería él mismo, en reiteradas ocasiones, abusando de varias menores de edad. Las autoridades creen que el hombre les ofrecía teléfonos celulares, dinero, alimentos y paseos a balnearios a las víctimas con la intención de que estas no avisaran a sus familiares.
Este contenido explícito de abuso sexual era distribuido a través de la Dark Web, por lo que llegaba a Estados Unidos y otros países, según expone la policía. Estas imágenes también eran compartidas en diferentes grupos y redes sociales conformadas por presuntos pedófilos. Por otra parte, durante el operativo se logró el rescate de tres víctimas menores de edad, las cuales ya fueron puestas a disposición del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para lograr que se restablezcan sus derechos.
La investigación también evidenció que el hombre tendría archivos digitales con contenido pedófilo desde el 2011. Además, durante el allanamiento de una de sus propiedades, ubicada al sur de Bogotá, se comprobó que el lugar coincidía con el que aparecía en varios videos y fotografías que eran subidos a internet. Las autoridades creen que estos contenidos se venían realizando desde 2021.
Finalmente, en este operativo también se le incautó un disco duro y tres teléfonos celulares. Estos serán analizados por forenses digitales con el fin de encontrar evidencias para lograr identificar a otras posibles víctimas, además de lograr determinar si existió complicidad de otras personas en estos hechos.
La operación se desarrolló de manera conjunta entre la Dirección de Investigación Criminal e INTERPOL (DIJIN) y la Fiscalía, luego de que recibieron una alerta e información desde Washington (Estados Unidos) sobre la existencia de este tipo de material en la Dark Web. El capturado fue presentado ante un juez de control de garantías, quien legalizó su captura y allanamiento, se le imputaron los cargos y además el Juez ordenó una medida de aseguramiento privativa de la libertad.
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