Hace poco se dio la captura presunto homicida de Sara Camacho, una niña de cinco años encontrada sin vida el pasado 18 de noviembre en la vereda Santa Bárbara, en Guamal, (Meta). El operativo fue coordinado entre la Policía y la Fiscalía, investigadores de la SIJIN y el CTI.
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Según las autoridades, la detención fue posible tras un riguroso análisis de los elementos materiales probatorios recolectados en la escena del crimen. Peritos expertos en criminalística determinaron que la causa de la muerte fue asfixia mecánica, y se confirmó que la menor también fue víctima de abuso sexual.
Con base en las pruebas recabadas, la Fiscalía solicitó y obtuvo una orden de captura contra el presunto responsable, quien fue detenido y trasladado a Villavicencio para ser judicializado. El hombre, cuyo nombre no ha sido revelada, enfrenta cargos por feminicidio agravado y acceso carnal violento con agravantes.
La Fiscalía No. 35 seccional, especializada en casos de homicidios, está a cargo del proceso judicial, que avanza con el apoyo del Laboratorio de Policía Científica y Criminalística No. 7, cuyos análisis fueron fundamentales para esclarecer los hechos.
El padrastro de la niña, quien es el principal sospechoso, fue intentando atacar por la comunidad de Guamal (Meta) al enterarse de los hechos. Los pobladores reaccionaron con alteraciones al orden público quemando su vivienda y moto como forma de exigir justicia por el crimen. En videos que circulan en redes sociales, se puede escuchar a los ciudadanos gritando “que lo saquen”, mientras observan el incendio provocado.
El teniente coronel Ferley Puerto Sánchez, comandante encargado de la Policía del Meta, expresó confianza en el avance de la investigación y pidió a la comunidad mantener la calma y evitar acciones de justicia por mano propia. “Estamos trabajando para garantizar que este caso sea tratado con todo el rigor de la ley y para que se haga justicia en nombre de la menor y su familia”, declaró.
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El feminicidio de Sara Sofía Camacho pone en evidencia la preocupante realidad de la violencia contra menores en Colombia, con cifras que superan los 370 asesinatos de niños y adolescentes registrados en 2024, según el Instituto Colombiano de Medicina Legal. Estas estadísticas reflejan que el número de menores asesinados ya supera los días transcurridos en el año. Hasta agosto, se contabilizaban 375 homicidios de menores de 18 años, lo que equivale a un promedio de al menos un caso diario en el país.
Los registros de Medicina Legal incluyen homicidios de niños desde recién nacidos hasta los 17 años. Sin embargo, el grupo más afectado por la violencia corresponde a adolescentes entre 15 y 17 años, quienes concentran la mayor parte de los casos con 298 asesinatos reportados. Estos datos subrayan la urgencia de tomar medidas para proteger a la infancia y la adolescencia frente a este tipo de crímenes.
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